Vos. 09/09/2014 Por Javier Mattio. Entrevista con la banda neoyorquina Interpol: "Es difícil no volverse viejo". Ahora se entiende un poquito más
Vos. 09/09/2014
Por Javier Mattio.
Entrevista con la banda neoyorquina Interpol: “Es difícil no volverse viejo”.
Ahora se entiende un poquito más lo del Sr Banks y su tema “Young Again“.
Interpol volvió a la base de su rock oscuro e instrumentalmente poderoso con El Pintor. Hablamos con el baterista Sam Fogarino.
Las palabras son otras, pero las letras las mismas: tal es la idea de anagrama, el recurso con el que Interpol tituló su quinto disco, El Pintor, para disfrazar de juego y misterio el nombre de una banda que sí, cambió, pero para seguir siendo esencialmente la misma.
Tras la partida del bajista Carlos Dengler el grupo neoyorquino se volvió trío, retornando a las bases del rock pero también a las de su propia historia: la crítica celebra al flamante El Pintor como un empezar de nuevo y una mirada atrás a los discos claves de Interpol, Turn on the bright lights (2002) yAntics (2004), los que la instalaron como una de las figuras de la escena neoyorquina y global a tener en cuenta en el nuevo milenio.
Pero pasaron los años y los (flojos) Our love to admire (2007) e Interpol (2010), y un reconocimiento masivo que no bastó para amortiguar los coletazos del paso de una década a la que varios de sus colegas contemporáneos no sobrevivieron (The White Stripes, The Rapture), dejando a la banda en suspenso con su cantante Paul Banks acentuando su carrera solista bajo el alter ego de Julian Plenti (que legó dos discos nada desdeñables).
Pero Interpol está de vuelta, con canciones directas y al hueso fieles a su revisionismo del post-punk más sombrío, patente en la voz cavernosa de Banks, para siempre asociada a la de Ian Curtis de Joy Division.
Ian Curtis siempre presente
Otra clave de Interpol es su base rítmica, el virtuoso cuerpo orgánico que le da vida reptante a las estrofas frías de Banks y a las guitarras aéreas y salvajemente sofisticadas de Daniel Kessler, ahora bajo la prácticamente única responsabilidad del baterista Sam Fogarino, quien se sitúa al otro lado del teléfono para hablar sobre El pintor, de cuya misteriosa tapa (ocupada por las manos de una mujer sobre un fondo negro) no puede ofrecer detalles: “A lo largo de los años Paul (Banks) se ha divertido preparando las tapas de los álbumes, es un proceso absolutamente independiente al de la grabación del disco. Para mí es más fácil explicar las canciones que la tapa.
Después ambas cosas se juntan y miras la tapa y decís, ‘epa, funciona’, por numerosas y extrañas razones (risas)”.
“El Pintor nació de la inmediatez de estar los tres juntos en una habitación, sólo yo, Daniel y Paul, bajo, guitarra y batería (Banks grabó los bajos). Es la formación más simple que hemos tenido –sigue Fogarino-. Eso influyó en los resultados, obligó a canciones despojadas, creó una inmediatez con los temas. Carlos (Dengler, ex bajista) era una persona complicada, quería implementar conceptos rebuscados, se preocupaba por los arreglos de teclado, por crear atmósferas, esas cosas. Al reducirnos a un trío hemos vuelto a las bases. La instrumentación estuvo muy involucrada, nos forzó a no confiar en nada externo, a darnos cuenta que la estructura estaba ahí desde un inicio”.
Cambio de hábitos
Interpol surge del tránsito entre la agonía de una era y el inicio de otra, cuando descargar música de manera gratuita pasaba a ser una realidad y las bandas nóveles entraban en un vórtice fastidioso por tratar de aportar personalidad a sonidos cada vez más retro. Casi 15 años después, esa época en que se editaban los primeros discos de Interpol, The Strokes, Animal Collective y Artic Monkeys -por citar algunos de los icónicos emblemas indies del siglo XXI– luce hoy como una distante prehistoria. “El mundo se modificó completamente en ese periodo de tiempo, la manera en que la gente empezó a escuchar y a adquirir música”, reconoce Fogarino.
Interpol y un acoplado, Julian Casablancas… at FYF Fest…Los Ángeles
Y agrega: “Se abrió una brecha para llegar a más gente, la música de Nueva York empezó a tener un impacto que hacía años no tenía. Ese cambio influyó en la música que vino después, pero al mismo tiempo complicó todo. Se creó la ilusión de que cualquiera podía publicar un disco y captar atención, pero lo que pasó realmente es que se empezó a poner muy difícil destacar por encima del resto”.
En su renovada formación y salida al mercado, Interpol tiene que hacer frente a fenómenos de la nueva generación como Spotify, los celulares, las redes sociales y una dinámica efímera en el que el compartir es más importante que el contenido. Fogarino: “Cuando empezamos todavía había críticas de discos y recitales en las revistas, la gente iba a las disquerías. Eso cambió tanto, ahora todo depende de un dispositivo, una computadora o lo que sea. Es difícil ganar atención, incluso para Interpol que es un grupo establecido, debemos evitar perdernos entre lo que nos rodea. Por suerte tenemos un gran equipo para asegurarnos que nuestro trabajo siga siendo escuchado”.
Y amplía: “Queremos seguir haciendo lo que siempre hicimos. Cuando atravesaste una década es natural perder parte de tu audiencia, la gente crece en distintas direcciones, por eso es necesario atraer a nuevas personas. Pero no podés forzarlo, anticiparte a lo que la gente quiere, tenéis que confiar en que se identificarán con lo que vos tenéis para decir. Es difícil no volverse viejo (risas)”.
Interpol en el año 2000
Interpol en al año 2014
-¿Qué opinás del adjetivo “oscuro”? ¿Son una banda oscura?
-Creo que la vida puede ser complicada o sencilla dependiendo de tu percepción. No estamos interesados en las tinieblas, pero sí nos cuestionamos todo con un fin esperanzador. Esa actitud se representa en nuestra música.
-¿Cuál es tu canción favorita de “El Pintor”?
–Tidal wave. Es la última que hicimos, la terminamos una semana antes de grabar el álbum, surgió rápido y registra esa instantaneidad. En el momento no le prestamos atención, no nos habíamos puesto a pensar si iba a quedar o no. Cuando la volvimos a escuchar se reveló especial, me voló la cabeza, no me había dado cuenta de su potencial.
-¿Cómo ves la Nueva York de hoy? ¿Qué haces en la ciudad?
-Veo la ciudad como siempre la vi. En mi mente sigue siendo la misma, pero en la realidad se ha vuelto difícil vivir ahí, está todo cada vez más caro, en los últimos tiempos mucha gente se ha instalado en Manhattan y en Brooklyn. De a ratos es aplastante, antes había zonas que tenían un aire encantador y una belleza casi de pueblo, ahora cualquier parte de Nueva York es parecida a Manhattan. Sigue creciendo. Cuando no estoy trabajando me encanta salir a caminar durante horas, me despejo observando a otra gente que camina. Me gusta lo simple.
-Muchas veces se te menciona como chef. ¿Qué hay de cierto en eso?
-No soy verdaderamente un chef, pero me gusta cocinar platos sencillos de comida italiana, son recetas que aprendí de mi familia a medida que fui creciendo. Sí, es algo que viene con el apellido.
A ver amigo Sam, cuando nos invitas a uno de esos platos tan ricos de los que hablas…
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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