Nostálgicos: Elmer Bennett, cuando cada partido era un clínic. Por Roberto González Rico.

Nostálgicos: Elmer Bennett, cuando cada partido era un clínic. Por Roberto González Rico.

Hoy en nuestra sección de Nostálgicos recuperamos la figura de Elmer Bennett, sin duda alguna uno de los mejores bases que hayan pasado por

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Hoy en nuestra sección de Nostálgicos recuperamos la figura de Elmer Bennett, sin duda alguna uno de los mejores bases que hayan pasado por nuestra ACB,  uno de esos jugadores por los que merecía pagar una entrada pues cada partido suyo era un verdadero clínic, reuniendo la gran mayoría de cualidades y características que debe tener un director de juego.

Junto Andre Turner, Michael Anderson y Darrell Amstrong formaron un cuarteto que dominaba la ACB a su antojo.

Bennett, nacido hace 47 años en Evanston (Illinois), a media hora en coche de Chicago.

Era un base más bien bajo, 183 metros, pero muy bien utilizados, destacando por su capacidad atlética, la cual le ayudaba u y mucho para hacer una fuerte defensa e ir con decisión a por el rebote con jugadores más altos , sin olvidarnos tampoco de su buen tiro y de su visión de juego para servir en bandeja la canasta a un compañero.

Ya con 18 años empezaba a mostrar el tipo de jugador que era, siendo nombrado en el instituto Mister Basketball del estado de Texas, gracias a los 35 puntos promediados por encuentro.

Posteriormente pasó a la Universidad de Notre Dame, donde jugó 4 años, firmando unas estadísticas de casi 15 puntos y 4.2 asistencias, destacando sobre todo su última temporada en la que promedió 16.5 puntos y 6.2 asistencias.

Ello le sirvió para ser elegido por los Haws de Atlanta en la 2ª ronda del draft de 1992 con el nº 38, aunque nunca llegaría a jugar con esta franquicia, de hecho contó con muy pocas oportunidades en la la NBA, teniendo que ir a jugar durante 3 temporada en la CBA antes de poder dar el salto en 1995, de la mano de los Cleveland Cavaliers, experiencia que sin embargo no sale bien.

Juega tan solo 4 partidos, acabando esa temporada en las filas del Victoria Libertas de Pesaro de la Lega italiana, volviendo de nuevo al año siguiente a probar suerte en la liga norteamericana, ahora de la mano de los Sixers de Philadelphia, pero solo jugará 8 partidos, finalizando la campaña en un par de equipos de la CBA.

En la CBA logró ser campeón y además MVP con los Oklahoma City Cavalry.

Tendrá dos experiencias más con los Houston y los Denver, donde no tiene continuidad , cerrando definitivamente el año 97 el sueño de poder hacer carrera en la NBA, donde solo llegó a jugar 21 partidos en tres temporadas, Europa y más concretamente Baskonia le están esperando y con los brazos bien abiertos.

Bennett era un auténtico desconocido, contaba con experiencias fallidas en Italia y en Francia, y poco más,  pero como casi siempre ya ya van unas cuantas (que grande que eres Alfredo Salazar), el Baskonia acertó de pleno con su fichaje, convirtiéndose muy pronto en el ídolo de la afición, siendo bautizado como Benito.

Llegó ya iniciada la campaña, había estado probando suerte con el Olympiakos, para cubrir la baja de David Rivers, que había marchado a Italia, mientas intentaba volver a los Denver, cuando recibió la llamada baskonista para sustituir a un base con gran experiencia en la NBA como era Tony White, quien no estaba sin embargo demostrando su verdadero nivel.

Se integró rápidamente en el equipo de un recién llegado Sergio Scariolo, a quien ya conocía se su etapa en Pesaro,  tomando bien pronto la batuta de la dirección de juego del equipo, donde jugaría 6 años, siendo vital en la conquista de los títulos que llegarían durante esta etapa, fueron 6 temporadas en las que lógicamente hubo de todo.

En su primer año firmó 11 puntos y 4.3 asistencias, llevando al equipo a la final de la liga, donde perderían en la final ante el TDK de Creus y Alston.

En su segunda temporada llegaría el primero de sus títulos, la Copa del Rey disputada en la Fonteta, y donde fue determinante, de hecho fue nombrado MVP del torneo, gracias a los 16 puntos y 3 asistencias de cuartos de final, 20 puntos y 5 asistencias de la semifinal y 13 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias de la final, ganándole la partida a André Turner, pero lo mejor aún estaba por ocurrir.

La temporada 2000-01 fue extraordinaria, aunque se quedaron a las puertas del doblete (Liga-Euroliga),  y donde Bennett jugaría su mejor baloncesto, una pena que no pudiera convertirlo en triunfos, pero se encontró el Bolonia primero y con el Real Madrid después.

Ese año consigue ser el mejor jugador extranjero de la ACB, gracias a sus 14 tantos y 5.95 asistencias (mejor asistente de la ACB) añadiéndole a eso ser el segundo mejor asistente de la Euroliga

Pero lo mejor aún estaba por llegar, donde la temporada 2001-02 conseguirían un doblete siendo vital nuestro protagonista.

Primero en la Copa, aportando 12 puntos y 5 asistencias en cuartos de final, 17 puntos y 4 asistencias en semis y una canasta decisiva en la final a pocos segundos del final, y todo ello pese a jugar infiltrado por una lesión.

Y posteriormente en liga, donde completó unas grandísimas rondas finales, tanto a nivel de anotación como de dirección de juego, venciendo en la final por un contundente 3-0 al Unicaja de Málaga, siendo nombrado Bennett MVP.

Sin embargo no podría poner un broche tal y como merecía en su última temporada en Vitoria, producto de las lesiones que le acompañaron, jugando apenas 6 partidos de liga, pero en donde se encargó de tutorizar y modelar a un Jose Calderón que por aquel entonces empezaba a asomar la cabeza.

Se cerraba así una bonita relación de amor, de 6 años y 200 partidos y, en los que promedió 12.3 puntos y 5.55 asistencias, pero  del que sobre todo queda su maestría y su capacidad  para dirigir y liderar al equipo, sobre todo en esos momentos decisivos, donde Bennett nunca se escondía, más bien todo lo contrario.

Lo que le caracterizaba era su enorme tranquilidad en los momentos calientes de los partidos. No solía tomar malas decisiones por mucha presión que hubiese en contra, además de ser un jugador que jugaba por y para  el equipo, siendo cuatro veces consecutivas máximo asistente de la competición (1998-2002).

Finalizada su etapa en Vitoria fichaba por el Real Madrid, donde jugaría dos temporadas, curiosamente participó de la aquella liga ganada por los blancos precisamente con su ex-equipo con aquella remontada épica del triple de Herreros.

Sus promedios en el equipo blanco fueron de casi 15 puntos y 6 asistencias la primera  y de 9.33 puntos y 3.7 asistencias la segunda, esta última muy lastado por las lesiones, donde solo podría participar en 21 encuentros, acostumbrado a los 35-40 que solía disputar por temporada.

Una verdadera pena pues bajo las órdenes de Maljkovic, Bennett había recuperado su estilo afilado en ataque, intenso en defensa y dominador del ritmo de los partidos.

Segundo máximo anotador del equipo, Bennett buscaba ese año la renovación de su contrato, que expiraba a final de temporada, pero las lesiones y su edad, 35 años llevaron a que el equipo blanco optase por sustituirle.

Encontraría acomodo en Badalona, donde jugaría dos temporadas, siendo un verdadero referente en el DKV Joventut con un jovencísimo Ricky Rubio como alumno aventajado, y donde conquistaría la Fiba Eurocup en el año 2006.

Sus números en la penya fueron de 10.25 puntos y 4.95 asistencias la primera temporada y de 8.6 puntos y de 3.2 asistencias la segunda.

Pero aún le quedaba una experiencia más, sería en Sevilla, donde curiosamente también habían jugado André Turner y Michael Anderson, y donde disfrutaríamos de sus últimas lecciones, allí jugó dos temporadas, estando ya muy lastrado por las lesiones y por la edad, jugando un total de 19 partidos la primera y tan solo 4 la segunda, con lo que decide poner punto y final a su carrera profesional, a la edad de 38 años.

En total fueron 11 temporadas seguidas en la ACB, disputando 361 partidos ,  promediando 11,7 puntos y 5,1 asistencias en 29 minutos.

 Era octubre del 2008 y Bennett, quien ya era uno más entre todos nosotros decidía irse a su casa, dejando un enorme vacío, pues sin duda alguna fue uno de esos jugadores que marcaron una época en nuestra liga, y eso que hacerlo desde el puesto de base era tremendamente difícil, pero él lo consiguió.

Bennett regresó a Victoria en noviembre de 2011, con motivo del homenaje que le hizo su ex-equipo,  al cual siempre llevará en su corazón, pues aquí fue donde nacieron sus dos hijos, ciudad a la que él considera como su segunda casa, pues los 6 años que pasó jugando para el Baskonia fueron según declaraciones propias maravillosos e inolvidables.

Según contó, no quería ser entrenador profesional (“no tengo madera para eso”), pero sí llevaba a un grupo de jóvenes en Louisville.

El pasado mayo lo pudimos ver nuevamente en Vitoria, con motivo del homenaje que el club quiso rendir a los integrantes del doblete de 2002, un equipo que destacaba como tal sobre todo por su fuerte carácter.

Aquí os dejo una declaraciones que realizaba para que entendáis su visión del baloncesto “El base debe hacer que los otros jugadores se sientan a gusto… Ha de tener psicología para hacerles entrar en juego… Es importante que los pivots sean felices: corre que yo te daré el balón. Y estará más motivado para defender fuerte y rebotear duro… Un base tiene que ser duro con sus compañeros…”.

 Hasta cuando usted quiera, Mr. Bennett….le estaremos esperando…

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