Hoy en nostálgicos hablaremos sin duda alguna de uno de los saltarines más espectaculares que hayamos podido disfrutar en la ACB, Kenny Green, otro de
Hoy en nostálgicos hablaremos sin duda alguna de uno de los saltarines más espectaculares que hayamos podido disfrutar en la ACB, Kenny Green, otro de esos jugadores que no pudo hacer carrera en la NBA, y que por suerte vino a parar a nuestra liga, convirtiéndose en un clásico en todos los programa de baloncesto gracias a sus enormes mates, como para olvidarlos
Dotado de un físico espectacular, era todo fibra y músculo, ni un solo gramo de grasa, Kenny Anhony, Kenny para los amigos y conocidos nació un 13 de octubre de 1967 en Waterbury (Connecticut). Jugó durante 4 años en la Universidad de Rhode Island , donde está considerado uno de los jugadores históricos de los Rams, siendo el mejor taponador de su historia, con récords como haber conseguido poner 8 tapones en un encuentro en 5 ocasiones.
En total 328 tapones en toda su carrera universitaria, fruto de su increíble salto vertical, sus largas manos y su timing casi perfecto.
Es elegido 3ª ronda (puesto 48) en 1990 por los Cedar Rapids, comenzando así su aventura profesional, la cual tiene su primera parada en la CBA, donde juega tres temporadas, pero ante la imposibilidad de hacerse un hueco en la NBA decide emigrar en 1991 al viejo continente, siendo sus dos primeros destinos Turquía ( Efes Pilsen Estambul) y Francia ( Dijon JDA), jugando una temporada en cada uno de ellos.
Hasta que un buen día de diciembre del 92 recibe la llamada del Cáceres, es Manel Comas quien le llamó para sustituir a César Portillo, cuando estaba pasando inadvertido en Francia, sin duda todo un acierto. Un fichaje de esos que no hacen mucho ruido, como muchos tantos, pero que sin embargo dio un muy buen rendimiento, sobre todo en el aspecto reboteador y taponador, además de darle a sus equipos un plus de competitividad.
En Cáceres jugó 18 partidos, firmando 15 puntos, casi 8 rebotes y 2.44 tapones, lo que le valieron para fichar por el Cai Zaragoza la temporada siguiente, y donde solo pudo jugar 14 partidos promediando 17.28 puntos, 9.5 rebotes y 2 tapones.
Y así es como le llega la gran oportunidad de su vida al fichar por el Taugrés Vitoria, donde viviría quizás los tres mejores años de su vida profesional.
En Vitoria contribuyó en la recopa y Copa del Rey conquistadas por el equipo vitoriano, quien disfrutaba de días de vino y rosas, convirtiéndose Kenny en todo un ídolo para la afición, gracias a su lucha, entrega y competitividad.
Sus números volvieron ser muy buenos, manteniendo su promedio, firmando 18.6 puntos, 10.3 rebotes y 2.54 tapones.
A punto de cumplir 30 años decide volver a Turquía de la mano del Ulker de Estambul, pero la cosa no salió bien siendo cortado en enero, volviendo de nuevo a la ACB, para enrolarse en el CB Granada, donde jugará seis partidos.
La temporada siguiente la juega en Lugo, donde puede ayudar al equipo a conseguir el ascenso a ACB , pero es cortado al cuarto partido, siendo sustituido por Devin Davis, sus últimos saltos, mates, rebotes y tapones los pudimos disfrutar en el Drac Inca(2001-02).
En Lugo y a pesar de sus continuos problemas de rodilla ( artrosis degenerativa) sacó a relucir sus mejores galas, haciendo las delicias de la afición, gracias a su inteligencia en la cancha y a los finos movimientos que rompían la defensa de sus adversarios. En la retina de los aficionados quedaría un mate “in your face”, en el último partido de la LEB, a Luis Scola , y como señalándolo mientras los dos volvían a la cancha contraria, haría que el argentino perdiera los papeles. Así era Kenny, puro espectáculo, puro showtime.
El Lugo Kenny se volvería a reencontrar con su mejor versión, convertido en ídolo al poco tiempo , logró encontrar su juego dentro del equipo, quizás sin tanta explosividad y sí mucho más inteligente y práctico, había que cuidar lo máximo posible esas rodillas, y una competición sin tanta sobrecarga como la LEB ORO era el escenario ideal.
El objetivo era claro, no era otro que subir, lo habían intentado sin éxito, por ello que no dudaron hacer se con la experiencia de Green, quien no defraudó siendo una pieza vital, sobre todo en los Play Off, donde viviría uno de los mejores momentos como profesional.
En cuartos superó al Ourense y en semifinales al Melilla. La final , sin nada en juego más que la honra del primer puesto era contra el Cabitel Gijón. Los dos choques fueron intensos y de gran calidad baloncestística con tanteadores muy altos (104-97 y 102-95, ambos para los lucenses).
La ya ex leyenda le pasaba el testigo al que estaba llamado a ser el nuevo crack del Baskonia, Luis Scola, (cedido en el cabitelGigón) de una forma muy peculiar. Le había hecho el comentado mate “in your face” al argentino. A la vuelta a la cancha contraria Green señaló a Scola lo que provocó que el pívot argentino perdiese los papeles. El Breogán había ascendido y Green tenía la oportunidad de regresar a la ACB.
En total fueron 136 partidos en ACB, promediando 17.5 puntos, 9.6 rebotes y 2,1 tapones, los cuales hablan por sí solos de este grandísimo jugador, lástima de sus rodillas para no poderlo disfrutar en toda su calidad.
Supimos que siguió vinculado al deporte del baloncesto, como entrenador en Doha, donde estuvo tres temporadas hasta que fue destituido, pero con lo que nadie contaba fue con lo que supimos en diciembre de 2008 de la mano de David González en un artículo en El Correo, una de esas historias cada vez más frecuentes, un poco inexplicables pero de las que nadie está a salvo.
El tema fue que había pedido un crédito a un banco de allí para intentar salvar a su madre de un cáncer en Suiza.
Ello coincidió con su destitución , por lo que no puedo hacer los pagos, lo que le llevó a que no pudiese salir del país hasta que pagase, una pena lo que supimos después sobre cómo era su vida allí, casi como un mendigo, tirado en la calle y sin poder trabajar, además a todo ello hay que sumar el fallecimiento de su madre, en fin, una tragedia.
También supimos que hubo excompañeros (Jorge Garbajosa entre otros) a los que se unió Manel Comas, que fue quien lo reclutó para la ACB que mediante una iniciativa solidaria se movilizaron para ayudarle e intentar mejorar su situación.
Su caso hizo pensar mucho al respecto, en la fragilidad a la que estamos expuestos en la vida, aun en el caso de haber sido un importante jugador de baloncesto y haber ganado un importante dinero durante su trayectoria deportiva, como hemos visto también hubo gente del baloncesto dispuesta a ayudarle, aunque no estuvieran obligadas, pero el fin de poder salvar a su madre justificaba todos los medios para un Kenny Green, al que supongo que muchos tendremos esa pena por no haberle podido ayudar, con todo lo que él había dado a este deporte, jugándose su carrera en cada jugada, pues no olvidemos de su artrosis degenerativa que en el cualquier momento podía poner punto y final a su carrera en uno de esos saltos para coger un rebote, hacer un mate o colocar un tapón.
Supimos para nuestra alegría que al menos había conseguido esquivar la cárcel, que estaba esperando el juicio, pero nada más volvimos a saber sobre este tema y sobre Kenny.
Y esta es la historia de un gran jugador, al que le deseamos mucha suerte y mucho ánimo, esperando que el baloncesto un día le pueda dar todo lo que él le dio, que menos que eso…
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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