Nostálgicos. Mike Jones, una barriguita de pésigo de muchos quilates. Por Roberto González Rico.

Nostálgicos. Mike Jones, una barriguita de pésigo de muchos quilates. Por Roberto González Rico.

Hoy vengo a hablaros un jugador de esos que a lo largo de todo este tiempo que llevo dentro de grupos de baloncesto no he visto salir, pero que sin em

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Hoy vengo a hablaros un jugador de esos que a lo largo de todo este tiempo que llevo dentro de grupos de baloncesto no he visto salir, pero que sin embargo a mí no me dejó indiferente, se trata de Mike Jones, quizás su nombre y apellido no os sirva para daros cuenta de quién os estoy hablando, pues es como si os dijese Manuel García.

Michael Fritzthadus Jones , quien este año entró en el club de los 50 era un jugador atípico, pues se le veía un poco pesado de peso, con largos brazos, y un estilo de juego alejado de esos jugadores más físicos que en esa época llegaban a Europa y a España, pero que sin embargo poseía una calidad y una variedad de registros en su juego fuera de toda duda, pero le faltó estabilidad, pues no pudo consolidarse en ningún equipo, ni en Grecia, ni en Francia ni posteriormente en España, donde lo vimos jugar un año en el Barça y cinco partidos en el Murcia.

Jones nacido en Columbus, estado de Georgia, era un jugador que apenas sobrepasaba los 2 metros de altura, y que jugaba de alero, pero que gracias a su cuerpo también podía sacar ventajas al poste bajo sobre sus rivales.

Aprovecho para dejaros una gran banda también del estado de Georgia, en concreto de la ciudad de Atlanta, que estás a poco más de una hora de Columbus.

Se formó en la universidad de Auburn donde estuvo dos temporadas,  para pasar a jugar dos temporadas en la CBA  de la mano del Pensacola Tornados, acabando en los Jersey Shore Bucs, una franquicia de la USBL, más conocida como liga de verano, de donde saltaría con 21 años al viejo continente, haciéndolo de la mano del Paok , siendo el primer jugador extranjero en jugar la competición casera con los de Salónica.

Ese mismo verano era escogido por los Bucks de Milwaukee, en tercera ronda con el número 63.

Llegó para sustituir a Joe Dawson, quien había sido cortado antes de comenzar la liga, donde jugaría una temporada, siempre con la vista en regresar a EEUU para cumplir el sueño de jugar en la NBA, pues calidad tenía para dar y tomar, pero finalmente no sabemos el porque, nunca llegó a cumplirlo.

Siempre he pensado que es el mismo caso de otros jugadores como Walter Berry o John Salley, quienes vinieron muy jóvenes a Europa, y los pecados de juventud les jugaron malas pasadas, aunque el bueno de Jones supo reconducir su vida, aunque en Grecia, aún no olvidan lo sucedido, una pena vaya…

Su temporada en el Paok fue muy buena a lo que a números se refiere, aunque no pudieron romper la hegemonía del Aris de Salónica, acabó con una media 28.8 puntos por partido y actuaciones de esas que nunca se olvidan como la que rompió la racha de 80 victorias del Aris, firmando 30 puntos y 14 rebotes, o en la final de copa contra el mismo Aris firmando 31 puntos y 15 rebotes.

Jones ya empezaba a mostrar sus credenciales, se trataba de un jugador con un gran tiro, que además gracias a sobre todo a sus largos brazos capturaba un buen puñado de rebotes y que lo hacía fácil, sin complicarse mucho la vida, aunque colectivamente ahí ya como muchos otros no lo pasaba tan bien, aunque así eran muchos de los americanos que llegaban por estos años a Europa, jugadores individualistas, que se tiraban casi todo lo que les pasaba por sus manos, aún así podemos decir que su temporada fue notable ( más de 20 puntos y 8 rebotes), pero todo ello no le sirvió para renovar.

Volvió a USA para probar por los Hornets, pero  el Aris lo llamó para incorporarlo a su proyecto, aunque solo para jugar la competición europea, allí coincidiría con Nikos Gallis y Stojan Vrankovic, llegando a la final four de Zaragoza, cayendo contra el Barcelona en semifinales.

Pero esa misma temporada tuvo problemas con la policía griega, pues le pillaron con 30 gramos de hachís en su casa.

La historia no acaba bien, y Jones no puede participar del doblete de su equipo, y coge rumbo a Francia para enrolarse en el Pau Orthez, donde estuvo dos temporadas, firmando promedios superiores  a los 30 puntos y siendo pieza importante en los títulos del equipo, para así llegar a Barcelona la temporada 92-93.

En estas dos temporadas con el equipo galo acreditaría 22.4 puntos y 7 rebotes de media por partido.

Solo juega una temporada con unos números bastante buenos ( 15.2 puntos y 7.4 rebotes), pero no fue una buena temporada a nivel colectivo, pues será el primer año después de 7 temporadas en que el equipo no juegue  la final four (esa temporada jugarían la Copa Korac, cayendo en semifinales contra la Virtus de Bolonia)

Estábamos en el final de aquel Barsa de los Epi, Solozábal o Norris, no eran tiempos fáciles, aún así demostró su clase, aunque el equipo quizás necesitase de otro tipo de jugador.

Una pena, su llegada coincide con una época de grandes recortes en el equipo, ante la negativa del club a ser una Sociedad Anónima. Y para ello dieron salida a Solozábal, manteniendo a Montero y a Galilea, llegando Jones como tercer extranjero junto a Savic y Norris.

Se conformó un equipo más flojo que los años pasados, pero aún así Aito, quien volvía al banquillo azulgrana supo sacar un gran rendimiento, según palabras propias uno de los mejores de su historia en el Barça.

Eso sí, aún a pesar de los recortes previa llegada de Jones el club había estado pujando por Chris Morris y por el mismismo Tom Gugliotta, llegando finalmente el americano, en principio solo por dos meses, al que decidieron renovar visto los visto hasta final de temporada por unos 300.000 dólares.

Aquí os dejo un partido entre el Aris de Gallis y  Jones y el Barça de Epi y Norris, con victoria de los azulgrana en tierras helenas y donde volaron monedas y mecheros.

Aquí os dejo una foto de cuando vino a Ferrol a jugar contra el Oar, partido que tuve la ocasión de ver, y donde está defendido por Trevor Wilson, del que hablaré en otro momento, y con el que guardo una gran anécdota.

Guardo un buen recuerdo de este partido, el cual presencié en directo, y que ganó el conjunto ferrolano, el único en su historia, con una canasta final precisamente de Wilson, quien acabaría con 29 puntos.

Jones se fue a los 21 puntos y capturó 13 rebotes.

Volvió a Francia, al Cholet, jugando una temporada, para volver la temporada siguiente al Orthez, y volver a la ACB para jugar cinco partidos con el Murcia, la temporada 95-96, firmando 12 tantos y algo más de 3 rebotes por choque, previo paso por la liga israelí de la mano del Hapoel Holon.

En Murcia sustituiría a otro viejo conocido del barcelonismo como Corey Crowder.

De aquí marcha a Argentina, jugando dos años en el Peñarol, pasando a la liga chipriota, jugando tres años con el Apollon Limassol, para volver nuevamente a Uruguay, y finalmente acabar sus días en Chipre, de la mano del Apollon Limassol, donde pone fin a una dilatada carrera profesional a la edad de 39 años.

Y esta es la historia de uno de esos jugadores un poco incomprendidos, de aquellos que pasaron por nuestra liga sin hacer mucho ruido, pero que sin embargo nos dejó jugadas de gran calidad, pues llevaba mucho baloncesto en sus manos, en ese sentido me recuerda a Jerrod Mustaf, otro jugadorazo al también pudimos disfrutar en la ACB.

Lo importante es que pudo seguir vinculado al mundo de la canasta, como entrenador del Apollon Limassol, donde seguramente puedan apreciar sus conocimientos.

Os dejo un texto que escribía hace unos años donde decía lo siguiente: “El entrenador de baloncesto no necesita haber sido una estrella, debe ser un estudioso del juego. ¿Cuántos jugadores mediocres se han convertido en grandes entrenadores? Y, por otro lado, también conocemos muchos grandes jugadores que han sido malos entrenadores.

Para tener éxito solo hay que desarrollar un mapa de carretera llamado ‘filosofía’, lo que tarda años en lograrse (…). En mi caso, después de muchos años jugando a alto nivel, he tenido mucha suerte de haber trabajado con importantes e influyente técnicos y haber aprendido de ellos”, cuenta. Entre ellos menciona a Aíto García Reneses, por descontado. “En España el estilo es más físico, como en Grecia, y orientado a jugar en estático”.

COMENTARIOS

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    Domènec 3 años

    Por favor, escribe Barça correctamente, eso de “Barsa” hace sangrar los ojos. Gracias.

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