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Granger Errol Hall (18/06/1962) es uno de los jugadores históricos de nuestra ACB, quién no recuerda su famosa dupla en Huesca con Brian Jackson o su peculiar lanzamiento de tiro libre, y ya si nos vamos a estadísticas pues hasta marzo de este año que se ha mantenido como máximo reboteador de la liga, momento en que fue destronado, no podía ser de otra manera por Felipe Reyes.
En su haber cuenta con otro hecho histórico como el de haber conseguido un triplete como fue llegar a los 2.500 rebotes los 6.000 puntos ( quinto máximo anotador con 8039, 18.57 por encuentro) y los 12.000 minutos
Fueron casi 20 años los que estuvo vigente este record ( 4292 capturas), en 433 partidos, lo que hacen una media de 9.9, solo superado en este aspecto por Sabonis, Micheaux y Tanoka Beard, casi nada…
Nacido en Newark (New Jersey) jugaba de pívot , no era muy alto, apenas sobrepasaba los 2 metros, exactamente 2,03 metros, desarrollando toda su carerra profesional en España, exceptuando su etapa universitaria en Temple y un breve paso por los Wilwood Aces , jugando 13 temporadas en 7 equipos diferentes, destacando sus 6 temporadas en Huesca, donde jugó su mejor baloncesto, en lo que sería la época más dorada de la historia del Peñas Huesca.
Granger Hall, empezó a practicar baloncesto en el colegio gracias a su abuelo que le construyó una canasta en el patio de su casa a la temprana edad de 8 años.
Una vez finalizada la Universidad se embarcó en la aventura de la NCAA de la mano de Temple, donde no le fue nada mal(18 puntos y 8 rebotes)siendo elegido en 4ª ronda del draft de 1985 con el número 78 por los Phoenix Suns, un draft con gente como Ewing, Karl Malone o Joe Dumars, Sabonis, Fernando Martín o Manute Bol, pero como muchos otros nunca llegaría a disputar la mejor liga del mundo.
En su paso por Temple tuvo la oportunidad, no todos pueden decirlo de jugar contra Michael Jordan, fue en marzo de 1984, el año de los JJOO de Los Ángeles, un enfrentamiento en segunda ronda donde el ganador llegaría a las semifinales de la región.Cayeron derrotados por 66-77 con Michael Jordan como MVP del choque con 27 puntos y 6 rebotes, y con un Granger Hall que acabó con un doble doble de 13 puntos y 12 rebotes en los 33 minutos que disputó.
Al no poder hacerse hueco en la NBA decidió probar como muchos otros la aventura europea, recalando en Valladolid, donde llegó empezada la temporada para sustituir a Bruce Kuczenski, jugando una sola temporada, acreditando 22 puntos y 10 rebotes, demostrando una gran capacidad de trabajo, esfuerzo, dedicación y perseverancia.
Allí en Valladolid conoció a Chus Abiol, secretaria del equipo, con la que se casó y con la que tiene dos hijos (David y Della).
Y así en el verano de 1986, tras disputar la liga de verano con los Wildwood Aces es cuando Hall llega a Huesca, y lo hace para ser historia, jugando 6 años maravillosos en la que será la ´poca dorada del equipo oscense, jugando incluso algún que otro PO por el título que otro, siendo vital su figura.
Aunque no todo fue maravilloso, sobre todo en las pretemporadas, en las que Hall le costaba coger el ritmo, pues no entendía eso de correr si un balón, llegando a decir que él se dedicaba al baloncesto y no al atletismo, razón por la cual no comenzó las temporadas 1990/1991 y 1991/1992, si bien acabó ambas, sustituyendo a Derek Strong casi al final de liga la primera vez y a Wallace Bryant en la segunda ocasión.
Pero vaya como se transformaba en los partidos, donde lo daba todo, vaya forma de pelarse con pívots más grandes para coger la posición o en esa lucha constante por el rebote, como hemos visto una de las especialidades de la casa.
Sus números durante estas 6 temporadas fueron de 21.82 puntos y 10.33 rebotes, destacando en lo que anotación se refiere las temporadas 86-87 y 87-88 (23.2 y 23.3) y en la faceta reboteadora las temporada 90-91 (donde solo jugo 11 partidos) con 12.7 capturas por encuentro.
Destacó también por su efectividad, donde estuvo en todas las temporada rondando el 60% en tiros de dos, dato muy positivo, pero cabe recordar que casi todos sus puntos se producían en las cercanías del aro.
Entre todos los partidos que disputó, uno brilla con diferencia por encima del resto, y es que hasta la fecha solamente 2 veces había llegado a los 40 tantos de valoración, pero la noche del 4 de Mayo de 1991 en Huesca, en la temporada que menos partidos jugó con el conjunto oscense, y contra el Caja San Fernando, donde posteriormente jugaría, Granger Hall rozó la perfección con unos increíbles 60 de valoración, convirtiéndose en protagonista absoluto de la victoria y en un bastión imparable en la pista, fruto de sus 34 puntos, 19 rebotes, 3 asistencas y 3 balones robados con unos porcentajes tremendos del 82% en tiros de 2 y del 86% desde el tiro libre.
Destaca ese 86% en tiros libres, pues Hall nunca fue un buen lanzador desde los 4,60 metros, una faceta en la que fue progresando, gracias a ese ritual que tan característico y que le hizo tan famoso, y a la vez efectivo, pues durante toda su carrera estuvo rondando el 70%, que sin ser una gran cifra, sin embargo es bastante superior al 43% que acreditó durante su etapa en Temple.
Era un ritual que hacía para para concentrarse, e intentar alinearse con el aro para tirar el balón más alto y que hubiera más posibilidades de meter canasta, algo que no hacía porque fuera más espectacular, un ritual muy simple que consistía en 3 botes donde iba flexionando las rodillas, numerados por toda la afición, para finalmente en el momento de lanzar gritar “ooooooole” y en caso de fallar el tiro acababa en un “uyyyyy”, incluso era vitoreado cuando venía con visitante.
Hall era de los que nunca se achantaba, más bien todo lo contrario, era todo fuerza y pundonor en la pista, batallando con verdaderas fuerzas de la naturaleza como los Magge o Norris, e incluso con el mismísimo Sabonis (quien le sacaba 20 cms), con quien se las tuvo en la temporada 91-92, última temporada del lituano en Valladolid, y al que acabó desquiciando, firmando 23 puntos y 11 rebotes, bien secundando por Brian Jackson que se iría a los 37 puntos, venciendo al equipo pucelano por 15 puntos en otra de esos partidos que nunca se olvidarán por la afición oscense.
Tras sus años en Huesca siguió jugando en ACB, y es que sus 13 temporadas como profesional se disputaron en tierras españolas, jugando 2 años en TDK Manresa con más de 17 puntos y 10 rebotes en ambas temporadas de media, otro en el Caja San Fernando de Sevilla bajando sus medias a 13 puntos y más de 9 rebotes por noche donde se volvió a juntar con Brian Jackson en lo que sería la última temporada del mormón como jugador de baloncesto, posteriormente en Baloncesto Salamanca donde volvió a sus números con más de 18 puntos y 10 rebotes por noche que le permitieron volver a fichar por Manresa donde bajó nuevamente a casi 13 puntos y 9 rebotes por encuentro y acabar colgando las botas en el Ciudad de Huelva a los 36 años en la temporada 1997/1998 con unas estadísticas de más de 14 puntos y 8 rebotes por choque.
13 temporadas ni más ni menos, casi nada, estando a día de hoy en el top de diversas clasificaciones de nuestra liga:
Quinto máximo anotador tras Herreros, Villacampa, Brian Jackson y Navarro con 8039 y una media de 18.57, entrando en el top de los 6000 puntos el 30-10-94.
Segundo en rebotes, con 4292 y una media cercana a los 10 por encuentro, siendo desbancado este marzo por Felipe Reyes, entrando en el selecto grupo de los 2500 rebotes el 06-04-93.
Dentro del club de los 12000 minutos, los cuales alcanzó el 02-12-95, siendo después de Riley, Pinone y Brian Jackson (37 minutos) el jugador con mayor promedio de minutos en la cancha, con 36.
Psicología y deporte. El rebote. ¿Se nace o se aprende?. Por Roberto González Rico.
Mención especial a los tapones, donde es 10º con 348 (0,8 por partido), aunque sin llegar a 600 que es la cifra de histórico que solamente superan Fran Vázquez y Fernando Romay, primero y segundo en esta lista.
Hall lo deja con 36 años, aún le quedaban varios años de baloncesto, pero el hecho de ser extracomunitario le frena a la hora de poder encontrar algún equipo de mitad de tabla de la ACB, le surge la posibilidad de nacionalizarse español, pero no ,lo hace, primero por su fuerte sentimiento americano y segundo porque creía que si se nacionalizaba bajaría su caché, el que se había forjado durante estas 13 temporadas, y no estaba por la labor.
Es por ello que decide dejarlo, estamos en el año 1998, y decide volver a EEUU, donde reside actualmente con su mujer e hijos, ambos nacidos en Huesca, estableciéndose en Bucyrus, una localidad tranquila de 12.000 habitantes a 170 kilómetros de Cleveland, dentro del estado de Ohio.
Granger Hall desde hace más de una década trabaja en en un centro especial donde ayuda a jóvenes con problemas tanto familiares como de drogas o de violencia.
Su hijo David Hall juega a baloncesto en Mansfield en la High School, mientras que su hija Della Hall, si bien le gusta el deporte no se ha dedicado al mundo del baloncesto, y se encuentra estudiando en la universidad de DePaul.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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