Nostálgicos. Tony, la roca Massenburg. Por Roberto González Rico.

Nostálgicos. Tony, la roca Massenburg. Por Roberto González Rico.

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Hoy en la sección de nostálgicos nos toca hablar de una de las fuerzas de la naturaleza más bestias que se hayan visto en nuestra ACB, me refiero a Tony Arnel Massemburg, un pívot de 2,06 metros, todo un trotamundos y a quien tuvimos la oportunidad de ver jugar a principios de los 90 en la ACB de la mano del Unicaja y del FC.Barcelona.

Massemburg forma parte de la historia de la NBA, pues comparte el récord de haber jugado en más diferentes franquicias de la mejor liga del mundo junto con Chucky Brown, Joe Smith y Jim Jackson , al haber pertenecido a 12 plantillas diferentes de la liga profesional.

Además se da la circunstancia de haber iniciado y finalizado su carrera profesional en el mismo equipo, los San Antonio Spurs, aunque Tony quiso volver a las canchas dos años después de retirarse, en la temporada 2007 de la mano de los Wizards para batir este récord pero fue cortado antes de comenzar la temporada.

Nacido el 31 de julio de 1967 en el condado de Sussex en Virginia, Tony jugó durante 4 temporadas con los Terrapins de la Universidad de Maryland  en su temporada senior promedió 18 puntos y 10,1 rebotes por partido, siendo uno de los dos únicos jugadores en promediar dobles figuras en ambos apartados de su conferencia, la ACC , siendo elegido en el segundo mejor quinteto de la misma ese año. En el total de su trayectoria universitaria promedió 12,1 puntos y 6,4 rebotes por encuentro

En su época universitaria coincidiría con otro viejo conocido de la afición española y barcelonista como Jerod Mustaf.

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Fue elegido el año 1990 por los Spurs en segunda ronda del draft con el número 43, jugando esa temporada un total de 35 partidos en los que promediaría 2.3 puntos y 1.7 rebotes.

La siguiente temporada la comenzaría en San Antonio donde jugaría un partido para ser traspasado a los Hornets donde estaría 3 partidos, para pasar a los Boston jugando 7 partidos y finalizar  en los Warriors donde también jugaría otros 7 partidos.

Esa misma temporada aún le daría tiempo de jugar 4 partidos en la Lega italiana de la mano del Pallacanestro Reggiana, , en los que promedió 22,8 puntos.

Y así es como la temporada 1992-93 recala en Málaga, promediando 15,4 puntos y 9,7 rebotes por partido, demostrando ser un jugador rocoso, de los que no se complicaban mucho la vida con excentricidades y cosas fuera del guión, lo suyo era el juego cerca del aro, canastas fáciles tras rebote ofensivo o tras ganar la posición gracias a su fortaleza, también una gran capacidad de intimidación, que decir de su capacidad de salto, en definitiva un jugador de equipo que todos los entrenadores querrían en su equipo.

Javier Imbroda, su entrenador en el equipo malagueño, dijo que era “serio y trabajador” y que “puede llegar a ser importante si tiene un buen compañero a su lado.

Fichó por el club catalán el 11 de agosto de 1993. Ese “buen compañero” debía ser un veterano de la NBA, Fred Roberts. La pareja no acabó de funcionar y, aunque el Barcelona ganó la Copa (en la final Massenburg fue descalificado junto a Ramón Rivas, del Taugrés, por agresión mutua, cuando sólo se habían jugado 61 segundos), el 3-0 que le endosó el Real Madrid en la final de la Liga provocó la salida de los dos estadounidenses. Y es que llegó en un mal momento, además de tener el sambenito se ser llamado a ser el sucesor de Audie Norris.

A Massenburg, aunque había aportado 15,4 puntos y 8,6 rebotes por partido, se le consideraba demasiado “bajito”, sobre todo para la Liga Europea, en la que aquel año los azulgrana cayeron en la semifinal ante el Joventut, que fue campeón.

Tras su estancia en el Palau decide retornar a la liga norteamericana y ficha por una de las más flojas franquicias de la liga, los Clippers de Los Angeles, donde por fin realiza una buena temporada (9,3 ptos + 5,7 rebotes) además de estrenar status en la liga. Por fin fue titular.

Pero esto no le sirvió para conseguir la ansiada estabilidad. La liga norteamericana se expandía con nuevas franquicias y los Clippers se vieron obligados a ceder los derechos de un jugador a los nuevos equipos. Como no, el elegido fue nuestro amigo Tony, que tuvo que volver a hacer las maletas, esta vez con dirección a Toronto.

En la nueva y todavía más perdedora franquicia incluso aumentó ligeramente sus prestaciones. Acabó la liga con unos notables números, 10,1 ptos. + 6,5 rebotes, pero una vez más fue traspasado a otro equipo, esta vez a una franquicia con más pedigrí, los Sixers de Philadelphia, donde mantuvo minutos y aportación.

Al año siguiente volvió a firmar por otra franquicia distinta, esta vez los Nets de New Jersey, donde volvió a disfrutar de la titularidad dentro de la mediocridad en que se encontraba el equipo. Su buena temporada en lo personal, y su constancia en la liga por fin obtuvo su justo premio.

Los Celtics llamaron a su puesta y le ofrecieron un contrato por tres años. Si esto es un sueño para cualquier jugador, que no sería para el bueno de Tony. Lástima que antes de comenzar la temporada decidieran traspasarlo a los Vancouver Grizzlies.

Otra vez al frío Canadá. Al menos por primera vez desde su etapa universitaria jugó dos temporadas completas en una ciudad. En 1999 vuelve a ser traspasado, esta vez a los Rockets de Houston, donde disputa diez partidos. Al año siguiente vuelve a su anterior franquicia, pero otra vez tuvo que cambiar de ciudad, puesto que el equipo fué trasladado de Vancouver a Memphis, zona del planeta conocida mundialmente por la abundancia de “Grizzlies”(osos). Esos dos años redujo sus minutos y su aportación a la mitad.

En la temporada 2002-2003 consigue un sitio en la ciudad mormona de Utah, donde vuelve a tener una presencia residual. Los mejores tiempos ya pasaron para nuestro amigo. Convertido en agente libre consigue un contrato más, esta vez en los Sacramento Kings. Por fin, con 36 años, consigue un sitio, aunque marginal, en un equipo realmente ganador. Este jornalero sin fortuna hasta entonces obtiene un más que merecido premio, sobretodo por su constancia .

Al finalizar la temporada 2004-05 consiguió el ansiado anillo de campeón con los Spurs de San Antonio. Fue la cuadratura del círculo, un exitoso retorno a los orígenes, aunque sus números no pasaron de testimoniales. Jugó un total de 61 partidos aportando una media de 3,2 puntos y 2,7 rebotes. La durísima final contra los Pistons de Detroit la vio en primerísima fila, pero apenas participó.Tras el fabuloso éxito tiene la desgracia de tener un grave accidente de automóvil que le retira casi definitivamente. Su rodilla quedó practicamente destrozada. Aún así hizo un último intento en la liga y jugó la pretemporada del 2006 con los Wizzards de Washington, con 40 años cumplidos, pero fue cortado antes de iniciarse la competición. Su prolongada carrera en la liga norteamericana se resume perfectamente con sus números.

Obtuvo una media de 6,2 ptos. y 4,3 rebotes a lo largo de su carrera en la NBA, 683 partidos de liga regular y tan sólo 15 encuentros de play offs.

Poca gente lo hubiera pronosticado tras su correcto pero no extraordinario paso por el Málaga y Barcelona.

Otro mito en el Palua al igual que Jeff Ruland, quien después de vestir la camiseta blaugrana volvió de nuevo a la NBA y con gran éxito, aunque lastrado en gran parte por el tema de las lesiones

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Lo último que hemos sabido sobre el bueno de Tony fue a través, como no del gran Javier Ortiz, que había estado metido en el mundo de la hostelería en el estado de Maryland, porque por lo que parece es un gran aficionado a la cocina. Primero abrió un restaurante llamado ‘Tony and James’ que traspasó poco después. Luego, la aventura fue ’44 Sports Bar’, en el que hubo dificultades financieras y que tuvo que cerrar. También es analista de los partidos de los equipos universitarios de la zona para medios locales.

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