Nostálgicos. Walter Berry, la zurda talentosa que pudo reinar. Por Roberto González Rico.

Nostálgicos. Walter Berry, la zurda talentosa que pudo reinar. Por Roberto González Rico.

En los años 80 un gran número de empresarios vinculados al mundo de la construcción decidieron como hoy en día sucede con los grandes magnates árabes

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En los años 80 un gran número de empresarios vinculados al mundo de la construcción decidieron como hoy en día sucede con los grandes magnates árabes y rusos depositar su dinero en el mundo del deporte, en nuestro país tuvimos claros ejemplos de ello, siendo el más mediático el caso de Don Jesús Gil y Gil, quien decidió comprar un equipo de fútbol, de balonmano y de baloncesto, y donde no tuvo muchos problemas para sacar la billetera y traernos verdaderas estrellas, alguna de las cuales no acabaron de la mejor manera, pues el ínclito Gil era un poco especial, vamos que qué os voy a contar yo que no sepáis.

Y en el deporte de la canasta su capricho le duró bien poco, pero eso sí, nos ofreció la posibilidad de poder disfrutar de una de las mejores parejas de americanos que hayan jugado en nuestra ACB.

Fue la temporada 1990-91 cuando llegaba a España Walter Berry, un jugador que había sido nº 14 del draft de 1986, siendo elegido por los Portland Trail Blazers, justo en el año en que saltaba el charco Fernando Martín, precisamente para jugar en los Portland.

Berry era un 2,05 metros, nacido en Harlem (New Yor City) y quien había destacado durante dos temporadas en la liga universitaria de la mano de St John´s , de jugadores ilustres como Chris Mullin y otros ACB como Omar Cook, Lamont Hamilton, o David Russell.

En esos dos años se fue a algo más de 20 puntos y casi 10 tantos, ganando en sus última temporada todos los títulos posibles a nivel individual, incluido el de mejor jugador de la Big East Conference.

Y como ya comentamos estos números le suben al puesto 14 del draft, por delante de gente como Sabonis, Dell Curry, Mark Price o Jeff Hornacek.

Solo jugaría 7 partidos con los de Oregón para ser cambiado por Kevin Duckworth, pasando a los San Antonio, donde jugaría dos años, con unos nada despreciables números de 17.6 puntos y 5.4 rebotes por encuentro.

Pero la llegada de Larry Brown al equipo no fue positiva para Berry, siendo traspasado a los New Jersey Nets por Dallas Comegys otro viejo conocido de la ACB, no finaliza la temporada, jugando 29 partidos, para acabar la temporada en los Houston Rockets.

Berry decidió entonces dar el salto como muchos otros al viejo continente, pues veía que cada vez alejaban más del aro, lo cual era poco menos que un sacrilegio, con los fundamentos que tenía dentro de la zona, donde era un peligro terrible para las defensas contrarias.

Y así es como llega a Napolés, donde jugará un año, aburriéndose de jugar minutos y de producir, 31 puntos y 12 rebotes por partido fueron sus guarismos en la única temporada en el equipo italiano.

Y en ello llega Jesús Gil, quien soltaba la astronómica cifra de 180 millones de las antiguas pesetas para su megaproyecto, que para aquella época era un buen pastizal.

Su fichaje fue todo un acontecimiento, llegaba además con Shelton Jones (con una ficha de 120 millones), por lo que el espectáculo estaba asegurado, y vaya si hubo espectáculo aunque por desgracia no por mucho tiempo.

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Jones por cierto ya había coincidido con Berry en St Johns, había quien afirmaba que Jones soñaba con ser como Berry, imitando dentro de sus condiciones y capacidades movimientos y jugadas.

Ambos habían formado parte de la prestigiosa universidad de St Johns, donde entrenaba Lou Carneseca, amigo de Clifford Luyk, quien era el entrenador del equipo madrideño, pero quien fue sustituido empezada la temporada por Tim Shea.

Berry tenía algunas referencias de nuestra liga, pues había coincidido como ya comentamos en Portland con Fernando Martín, de hecho nada más llegar comentaba lo siguiente: “”Conozco el baloncesto español. Puedo hacer de éste un equipo ganador. El público estará contento con mi juego porque voy a aportar habilidad, puntos, rebotes y tapones””.

Poco tardó en dinamitar la ACB con uno de esos debuts que han pasado a la historia, como por ejemplo el de Tanoka Beard, además lo hizo contra uno de los grandes como el Real Madrid, fue un 07 de octubre de 1990, y aunque perdieron tras una prórroga, el bueno de Berry se fue a los 52 puntos (24/28 t2 y 4/6 tl), a los que añadió 15 rebotes, 10 de ellos ofensivos.

La temporada a nivel individual fue de esas que aún se recuerdan, pues no bajo de los 20 puntos, con 17 partidos en cifras iguales o superiores a los 30 puntos, aún a pesar de su 63%tl, y 12 rebotes por encuentro para una valoración media de 38.

Finalizó la temporada con 33 puntos de media, récord que se mantiene a día de hoy, pero por desgracia no pudimos seguir disfrutando de esta artista criado en el Bronx, y quien muchas veces nos hacía recordar a ese basket callejero que se practica en las pistas de ese barrio.

Tenía un talento especial, desde mi punto de vista quizás uno fuese junto a Petrovic y Ray Smith los jugadores con mayor talento ofensivo que hayan pasado por la ACB, tenía un tiro de media distancia aceptable sin más, pero era cuando se adentraba en la zona, cuando empezaba con sus show, su movimiento lento, a veces parecía que iba a cámara lenta era poco menos que imparable, tampoco era una bestia parda, pero era lo que se dice un mago, a mí me hacía recordar aunque en otra posición, al bueno de André Turner.

Fueron 34 partidos, la mayoría grandes exhibiciones, pero que en el fondo te dejan con la sensación que Berry podía haber llegado algo más lejos, quizás le faltase ambición, para poder esforzarse un poco más, y conseguir tener una regularidad en un equipo en un proyecto de al menos 3-4 años, cosa que no tuvo, pues tras dejar el Atlético, equipo que desapareció en el verano de 1991, quedando solo el CB Collado Villalba, empezó una peregrinación de 12 equipos en 10 temporadas, no llegando a estar más de una temporada en ningún equipo.

Berry tras dejar España, volvió a Italia, nuevamente en Napolés, donde tras un año comenzaría un periplo de 6 temporadas en Grecia, en 6 equipos distintos, entre ellos los todopoderosos Olympiacos y Panathinaikos, con un inciso de una temporada nuevamente en Italia, de la mano del Pallacanestro Cantú.

El Paok sería su último gran equipo europeo, sus últimos años los jugaría en ligas menores como la Eslovena o Venezolana, y otra vez en Italia pero en la A2.

Colgó las zapas en el verano del 2002, en los Panteras de Miranda de la liga venezolana.

Lo último que supimos era que vivía en New Jersey, donde dirigía una agencia inmobiliaria, curiosamente otro ilustre de nuestra liga como el recordado anteriormente Ray Smith también había trabajado en este mismo sector.

Y hasta aquí llega la historia de un jugador espectacular de un talento innato fuera de lo común pero que por una u otra razón desde mi humilde punto de vista no llegó a ser todo lo dominante que por ejemplo otros jugadores sin tanto talento, si lo fueron, como por ejemplo fue Audie Norris.

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