Laura Gamundia. 06.03.2015 ROCKnVIVO "I keep falling, maybe half the time, maybe half the time"... En perfecto español, con un ligero acento
Laura Gamundia.
ROCKnVIVO
“I keep falling, maybe half the time, maybe half the time”…
En perfecto español, con un ligero acento mexicano, Paul Banks –frontman de Interpol– responde las preguntas de RockNvivo desde Londres. El grupo se prepara para regresar a Latinoamérica y será parte de la quinta edición local de Lollapalooza.
Su dominio del español se debe a los años que vivió en España y México, a raíz de los traslados de su padre, quien trabajaba en la industria automotriz. “Los amigos que he tenido en los distintos países en donde viví son todavía mis amigos (…) Yo creo que eso me ha enriquecido”, apunta el músico.
Con la experiencia ganada con cinco discos publicados junto a Interpol, dos como solista y extensas giras mundiales, a sus 36 años Banks responde con la serenidad y sapiencia de un veterano, que parece no buscar ser complaciente sino sincero.
Los primeros pasos en la música
– ¿En qué momento decidiste dedicarte a la música?
A los 14 o 15 años lo decidí. Era la época de Nirvana. Había empezado a tocar guitarra como a los 13 años y a los 15 dije: ‘bueno, eso es lo que quiero hacer con mi vida. Ese es mi sueño’, y eso fue por la inspiración de Nirvana básicamente.
– ¿Recuerdas qué te hizo querer ser parte de Interpol?
Daniel (Kessler, guitarrista) me invitó a un ensayo y entré a la sala y ahí estaba Carlos (Dengler, ex bajista). Él vivía en el mismo edificio que yo en la universidad y yo lo había visto ahí con su traje de monje, con una falda negra y un crucifijo enorme y me parecía alguien muy valiente y muy interesante.
Universidad de Nueva York
Me cayó bien por ser tan diferente como persona. Cuando yo lo vi en la sala dije ‘ah, bueno, ese tipo ya me cae bien’ y estaban tocando “PDA” básicamente, habían escrito ya la mayoría de esa canción cuando yo me junté con ellos, entonces la música que estaban tocando estaba muy bien, así que yo dije ‘esto es bueno, yo quiero participar’.
– Hablabas de la importancia que Nirvana tuvo para ti, ¿qué otros artistas te gustan y te han inspirado?
En esa época escuchaba Velvet Underground y Mellow Gold de Beck fue una gran influencia para mí. Y también John Frusciante, su primer disco. En esa época Red Hot Chili Peppers, Blood Sugar Sex Magik, una gran influencia. Y Rolling Stones, The Beatles, Jimi Hendrix, muchos…
– El debut de Interpol, Turn on the Bright Lights (2002), fue bastante exitoso y es un disco muy querido por los fanáticos. ¿Es bueno que el éxito llegue tan temprano?, ¿o es más difícil el trabajo creativo cuando los demás tienen tantas expectativas de tu trabajo?
Yo creo que nosotros tuvimos suerte porque habíamos escrito un par de canciones para el segundo disco cuando salió el primero, entonces para mí esos dos discos van juntos, son como ‘parte a’ y ‘parte b’. Creo que tuvimos suerte de que el segundo también fue bien recibido y como que salía de la misma fuente de creatividad.
Pero yo creo que hay infinitas variaciones en cuanto a una carrera. Amy Winehouse tenía otra carrera antes de convertirse en Amy Winehouse. Creo que hay muchos ejemplos de artistas que se encuentran a sí mismos en momentos diferentes.
Tiempos difíciles y evolución
Interpol atravesó en los últimos años su momento más difícil: su cuarto álbum, homónimo (2010), no fue bien recibido y, poco después de finalizado el proceso de grabación, Carlos Dengler (bajista original) dejó el grupo. Pero luego la banda se reinventó como trío -con Banks asumiendo labores en el bajo en el estudio- y publicó El Pintor, su quinta placa, que vino a demostrar que no han perdido su capacidad de conectar con el público y evolucionar.
“Para nosotros fue una experiencia de descubrimiento de cómo hacer un disco como un trío, porque siempre habíamos sido cuatro, entonces para nosotros fue un experimento y también una aventura”, explica Banks, y agrega: “No pensamos ‘bueno, vamos seguramente a hacer un álbum increíble y queremos que suene así’; fue más bien como ‘bueno, ¿qué vamos a hacer? Vamos a empezar’.
¿Qué vamos a hacer?, ” Vamos a empezar”
Y luego al poco tiempo supimos que esto sí funcionaba y fue como esta aventura de descubrimiento y fue divertido, pero no hubo una idea muy concreta de cómo iba a resultar. Era el proceso lo que nos interesaba”.
– Ustedes han dicho que se divirtieron mucho haciendo este disco, ¿crees que eso se ve reflejado finalmente en el resultado?
Es difícil de decirlo de mi parte. Fue más fácil que el último disco y eso yo creo que sí se oye en la música. No sé si se oye que lo pasamos bien, pero sí se oye que las canciones son muy directas y se procesan fácilmente, y eso creo que es porque las escribimos más fácilmente que las del cuarto disco.
El Pintor, nuevo álbum de Interpol
¿Fue natural para ti asumir el trabajo en el bajo?
Sí, yo creo que sí. En mis discos solistas había tocado el bajo, y yo recién había terminado mi segundo disco (…) El bajo en mi música es distinto que en Interpol, por la tradición de Carlos y por la tradición de nuestra música, entonces fue diferente hacerlo con Interpol, pero sí había tenido un poco de experiencia por haber hecho mis discos.
Fue natural y fue un gran placer. Me han dicho que un guitarrista no puede tocar el bajo, pero en un sentido yo creo que es un instrumento muy especial. Me gusta ir aprendiendo cómo tocar el bajo y en este disco yo creo que salió bien.
– En sus últimos discos han trabajado sin productor, ¿están más cómodos trabajando solos en el estudio?, ¿se sienten más libres así?
Creo que cuando trabajas con un productor es porque quieres ese input, más energía de otro artista. Y en nuestro caso yo creo que eso es bueno. En mis otros proyectos a mí sí me gustaría trabajar con un productor, pero con Interpol, como escribimos las canciones por un año antes de ir al estudio, cuando llegamos es como que esas canciones ya para nosotros están completas, entonces no es muy necesario trabajar con alguien que va a introducir nuevas ideas.
Pero no es que no sea una buena idea, es solamente que en nuestro proceso, cuando llegamos (al estudio) está ya la canción completa, entonces por eso normalmente no trabajamos con productores.
El arte y el negocio
La industria de la música ha cambiado radicalmente desde finales de los ’90 cuando Interpol dio sus primeros pasos en Nueva York. Entre otras cosas, en los últimos años los servicios de streaming de música han ido ganando cada vez más terreno. “Es el nuevo modelo, no entiendo tanto sobre los royalties, cuál es el problema o cuál es la solución”, comenta Banks al respecto.
“Me gustaría que la gente pagara por la música pero con estos sitios de streaming creo que van a descifrar cómo pagarle al artista; pero no tengo una posición como Taylor Swift”, agrega el músico, quien destaca como lado positivo de estos servicios la posibilidad que ofrecen a los usuarios de conocer nueva música.
La forma de ver contenido audiovisual está cambiando, en especial entre las nuevas generaciones de millennials
Sin embargo, el vocalista agrega: “Yo no entré en esto para ser parte del negocio. Yo soy artista, entonces… me gustaría mucho sobrevivir y estar cómodo como artista pero no empecé en esto para ser millonario. Esa no fue mi motivación. No deberíamos estar robando el trabajo creativo de la gente, pero el negocio tiene que resolverlo y yo no quiero ser el que solucione el problema porque mi mente no funciona así. Yo prefiero hacer arte y espero que eso se resuelva por su cuenta”.
El regreso a Chile
Ésta será la primera vez que Interpol -uno de los nombres más esperados de Lollapalooza Chile 2015– se presente en Chile como parte de un festival. Como el propio Banks asegura, el éxito en un evento de esas dimensiones “depende de millones de circunstancias”, como el clima, la hora y el público, pero ellos traerán consigo “mucha energía y la música de Interpol”. “Estamos muy emocionados de ver a los fanáticos”, finaliza el vocalista.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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