El diván del deportista. Encontrando la pasión. Por Manu Redonda. 14/09/2016 Hace ya casi dos meses que empecé mi colaboración en el Diván del De
El diván del deportista.
Encontrando la pasión.
Por Manu Redonda. 14/09/2016
Hace ya casi dos meses que empecé mi colaboración en el Diván del Deportista, cuando Roberto se puso en contacto conmigo y me comentó la posibilidad de colaborar en este proyecto, me pareció una gran oportunidad para contar mis experiencias y a lo mejor algunos de vosotros se animaba a dar el paso y empezaba a correr, ya sea por asfalto o por el monte, que es donde yo disfruto más y me siento más libre. Pero lo primero que quiero que tengáis claro es que para mí, tiene el mismo valor y le doy el mismo mérito al que corre, ya sea por montaña o por asfalto.
Hay una pequeña tendencia a separar estas dos especialidades, no tengo la más mínima duda de que es completamente diferente correr por un terreno u otro, pero también considero necesario que haya una mezcla de los dos para poder realizar unos buenos entrenamientos y tener una buena puesta a punto. El corredor de monte o montaña, necesita del barro, de las piedras, de los ríos, de las subidas y de las bajadas, pero también es fundamental en su preparación hacer series o algunos rodajes en asfalto para conseguir ganar velocidad y adquirir esa chispa tan necesaria en muchos momentos de las carreras de montaña.
Personalmente, incluso disfruto cuando participo en carreras populares de asfalto, las aprovecho para coger ritmo y a eso le sumo el gran ambiente que reina en estas carreras para pasar un rato buenísimo. Por eso creo que lo importante es empezar, ya sea en una superficie u otra, si bien, creo que para empezar de cero, lo mejor es ir poco a poco y hacer las primeras salidas por algún paseo o pinar que no sea especialmente duro, si algo he aprendido en estos años que llevo corriendo, es que hay que empezar poco a poco, tomarse las cosas con mucha calma y no obsesionarse con querer correr kilómetros y kilómetros a los pocos días de iniciarse.
No podemos caer en la trampa de mirar un calendario de carreras y empezar a mirar las carreras más próximas a nuestros inicios y poner fechas a nuestro debut. Medias maratones, maratones y un buen número de pruebas populares de 10km, y no digamos si ya miramos carreras de montaña, ahí podemos volvernos locos y dejarlo todo antes de empezar. De 25 kms para arriba, eso sí no encontramos algún ultra de 100 o más kilómetros. Hoy en día parece que solo eres un buen corredor si haces grandes distancias, pero la realidad es que no es mejor corredor aquel que hace más kilómetros.
A medida que empecemos, nuestro cuerpo nos irá pidiendo más, pero sin prisas, aprenderemos a conocer nuestro cuerpo y a ir sumando kilómetros, que aunque nos parezcan pocos, en poco tiempo iremos viendo grandes avances, las grandes distancias nunca pueden convertirse en una obsesión y si en una meta que nos haga luchar por nuestros objetivos. Tenemos que tener especial cuidado con la hidratación y con el descanso, si hidratarse bien es fundamental, tanto antes como después de entrenar, lo mismo podemos decir del descanso.
Si queremos hacer buenos entrenos y tener pocas lesiones, ver progresos en nuestro día a día, no podemos descuidar algo tan importante como el descanso. Nunca podemos caer en el error tan común de querer correr día sí y día también, el cuerpo tiene que parar y recuperar para poder asimilar los esfuerzos.
Pero la clave del éxito, y cuando hablo de éxito, me refiero al nuestro personal, cada uno tenemos nuestras propias metas, algunos muy ambiciosos, pero seguramente mucha gente, solo el hecho de salir a correr y poder hacer alguna carrera, ya es un éxito. Lo importante es disfrutar con lo que hacemos y que lo convirtamos en nuestra pasión, pero para eso tenemos que amar este deporte y eso sólo lo sabremos si lo probamos.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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