12/10/2017 @kalleruf Con la perspectiva de la distancia y del tiempo he creído conveniente casi un mes después de la finalización del Euroba
12/10/2017
@kalleruf
Con la perspectiva de la distancia y del tiempo he creído conveniente casi un mes después de la finalización del Eurobasket plasmar mi pensamiento sobre hacia dónde creo que va nuestro deporte.
Como decía mi querido Manel Comas, “el baloncesto es un juego de altos”, a lo que quizás tendríamos que añadir lo siguiente “son altos o muy altos, pero se mueven como si tuvieran 1’80“.
Es fácil ver a pivots de 2’15 sacar el balón botando, tirando triples o jugando un 1×1 abiertos como un alero, o a bases y aleros reboteando y encarando el aro contra defensores enormes de 2’12.
El cambio físico producido en el actual jugador no es ya técnico, sino más bien de rapidez y fuerza de ejecución, con una toma de decisiones muy rápida y una explosividad que ya nos recuerda a cualquier jugador de la NBA.
Quizás el juego sea menos vistoso que aquel baloncesto que los más veteranos recordamos de los años 70-80-90, pero el espectáculo de un buen partido en la actualidad no tiene igual.
Este verano nos hemos enamorado todos de la selección Eslovena, con un Dragic o un Doncic colosales, jugando a sus anchas, con un gran dominio del balón, penetrando, tirando triples o defendiendo cono animales, tomando decisiones en momentos difíciles y capitaneando a su equipo a su objetivo final.
Sí, nos hemos vuelto a enamorar del baloncesto, un baloncesto quizás nuevo y sobre todo fresco y muy poco previsible.
Sólo espero que la gente y sobre todo los más jóvenes no sólo se fijen en los espectaculares mates de LeBron James o esos tiros acrobáticos de medio pista de Curry, fijaos muy bien en Eslovenia, pues de cada partido hacen un verdadero clínic de baloncesto. Quedan Uds avisados…
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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