Nostálgicos: Brad Branson, un gran jugador siempre al servicio de los demás . Por Roberto González Rico.

Nostálgicos: Brad Branson, un gran jugador siempre al servicio de los demás . Por Roberto González Rico.

Hoy en nuestra sección de Nostálgicos nos visita Brad Branson todo un clásico de los años 80 y principios de los 90. Bradley "Brad" Alexander Branson

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Hoy en nuestra sección de Nostálgicos nos visita Brad Branson todo un clásico de los años 80 y principios de los 90.

Bradley “Brad” Alexander Branson, nació en Harvey (Illinois) hace 58 años, sobre la cancha siempre fue  jugador muy profesional y disciplinado, el típico jugador de equipo , siempre jugando  por y para sus compañeros, sumado a la  calidad típica de los pívots blancos de aquellos años 80, que le llevaron a ser un pívot muy respetado en el viejo continente durante las 12 temporadas que jugó en Europa (Italia y España).

Jugó en sus tiempos universitarios en los  Mustangs de la Universidad de Southern Methodist , donde en dos temporadas promedió 16,4 puntos y 9,6 rebotes por partido. Es el quinto mejor taponador  de la historia de la universidad, con 1,4 por partido.

Fue elegido en la cuadragésimo quinta posición del Draft de la NBA de 1980, en la segunda ronda, por Detroit Pistons  quienes no se hicieron con el jugador, que acabó yendo a jugar al Sacramora Rimini en Italia, donde en su única temporada promedió 20,7 puntos y 10,3 rebotes por partido.

Pero Brad tenía entre ceja y ceja hacerse un hueco en la NBA por lo que decidió volver a EEUU para jugar en la CBA, esperando poder tener esa oportunidad en la mejor liga del mundo, llegándole su oportunidad en los Clevaland Cavaliers para jugar los últimos 10 partidos de la temporada 1981-82.

La temporada siguiente fue traspasado a Indiana Pacers donde jugó su única temporada completa en la NBA, con unos promedios de 5.5 puntos y 2.8 rebotes.

Pero fue insuficiente así que volvió a coger las maletas con destino a Italia, esta vez a Brescia, donde jugaría tres temporadas a un alto nivel, dejando claro que podía ser un jugador importante en el viejo continente, con una gran facilidad para anotar y para el rebote.

Y así le llegó su gran oportunidad, cuando la temporada 1986  fichó por un Madrid que buscaba apuntalar y reforzar su juego interior tras la marcha de Fernando Martín a Portland. Fue una apuesta muy fuerte de Lolo Sainz.

Brad había venido a sustituir a Wayne Robinson, quien había completado unas grandes temporadas, dejando muy buenos momentos y siendo muy querido por la afición blanca, gracias a su profesionalidad y oficio a lo que hay que unir sus enorme espectacularidad.
En Madrid jugó dos buenas temporadas, mejor la primera que la segunda, con unas cifras de 20 puntos y 8 rebotes por partido, haciendo pareja con Larry Spriggs la primera temporada y con Wendell Alexis la segunda.
En esta segunda temporada descendió en 5 puntos y 3 rebotes sus estadísticas (en su primera temporada promedió 22,2 puntos y 9,5 rebotes, y en la segunda 17,5 y 6,8) , pero también cabe señalar que en esta última temporada había regresado Fernando Martín a la casa blanca, ello le llevó a dar por finalizada su etapa de blanco, con una sensación agridulce pues solo había logrado conquistar una Korac, eso sí, ante la todopoderosa Cibona de Drazen Petrovic, que se jugaba por aquel entonces a doble partido y donde Brad destacó en el partido en el palacio con 25 puntos con 11 de 17 en tiros de dos. en una de las mejores noches de Fernando Romay con la casaca blanca.
Nadie dudó de su gran labor bajo los aros, pero la cual fue insuficiente para lograr los títulos que el equipo se había marcado como objetivo.
Había perdido protagonismo con la llegada de Fernando, Brad era más un 5 que un 4, por lo que el equipo madridista que buscaba un jugador más versátil y con más tiro exterior acabó fichando a Johnny Rogers y a un tal Drazen Petrovic.
Brad se sentía bien en España y en la Liga ACB, por lo que decidió atender la llamada del Pamesa Valencia, donde jugó 6 temporadas, y donde se nacionalizó Español, aunque nunca llegó a jugar con la selección, como si hizo por ejemplo Mike Smith años después, entre otros.
Fue uno de los fichajes estrella del equipo valenciano quien esa temporada se estrenaba en la ACB, formando dupla con Clyde Mayes.
Sus números fueron muy buenos, sobre todo en las primeras temporadas, perdiendo peso en los últimos años, en los que se adaptó muy bien a un papel secundario, donde ya no se exigía como estrella, dada su condición de nacional, al haberse casado con una valenciana.
Su mejor temporada en el equipo fue la primera, en la que promedió 23,4 puntos y 9,1 rebotes por encuentro.Se retiró definitivamente en 1994.
Sus números en ACB fueron más que dignos, acreditando en 8 temporadas en 281 partidos, 18,1 puntos y 7,9 rebotes. 
Una vez abandonado el deporte profesional del baloncesto hemos sabido que Brad vivió  a caballo entre Valencia y Madrid, donde tuvo un negocio de restaurantes que no acabaron de funcionar del todo y en los que había invertido una gran parte de sus ahorros como jugador, lo que llevó de nuevo a su país, para desempeñar funciones dentro del ámbito comercial, coordinando servicios de comunicación en diferentes estados norteamericanos, aprovechando su español.
Esto era lo que le comentaba Brad Branson en el año 2012 al gran Javier Ortiz:

“En diciembre del 2012 charlé con él un rato muy agradable para una entrevista que se publicó en ‘Gigantes del Basket’. El tipo tiene un sentido del humor estupendo. “Eh, estoy bien, aunque los años no perdonan a nadie. No he ganado peso y tengo más o menos el mismo pelo, aunque si no fuese así, con lo alto que soy tampoco se vería”, dijo. Bromeó sobre que en España no se supiera gran cosa de él durante mucho tiempo. “No he dejado de trabajar. He tenido puestos importantes. El idioma me ha ayudado. Es un mercado muy grande”, añadió.

Sobre la cuestión de sus dificultades financieras tampoco tuvo problemas en hablar, aunque con cierta socarronería: “El dinero a veces se gana y a veces se pierde. Va y viene. Algunos socios que tuve me hicieron trampas. Pero cuando he vuelto a España estos años tampoco me ha parado nadie en el control de los aeropuertos”.

Siempre intenté hacer mi trabajo. Muchas veces lo importante era que yo no luciera para que los demás sí lo hiciesen. Siempre fui, y todavía lo soy, un luchador. Y, eh, no lo tuve que hacer tan mal. Cuando me retiré, el año siguiente el Pamesa Valencia descendió. Ahora esto parece imposible que pase porque es un club fuerte”. Pues sí, señor Branson. Hay mucha gente que no le olvida por lo que dio en la cancha.

COMENTARIOS

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