@RufKalle Veteranía: “Experiencia o antigüedad en una profesión o actividad” Sinceramente, he de confesaros que no hay cosa que más me fast
Veteranía: “Experiencia o antigüedad en una profesión o actividad”
Sinceramente, he de confesaros que no hay cosa que más me fastidie, que en los partidos disputados entre ex-jugadores o ex-jugadoras se nos considere como partidos entre “veteran@s”.
Aunque la frase típica sea la de “la veteranía es un grado”, se es veteran@ jugando y nosotr@s la verdad y para ser realistas ya no estamos en esa rueda de entrenamientos-partidos-competición.
Todo ello ya ha pasado a formar parte del pasado, aunque lo tengamos ya marcado a fuego de por vida en nuestro ADN.
Pero todo ello no nos ha impedido disfrutar el pasado fin de semana del torneo OVER40 celebrado en Valencia, una de esas experiencias de que no se olvidan así tan fácilmente y en la que nos reunimos gente del deporte y del baloncesto, la gran mayoría rondando los 50 y en algunos casos incluso ya superándolos , constituyendo una bonita excusa para reunirnos aquellos que estuvimos compartiendo equipo, selección, o también rivales contra los que batallaste unas cuantas veces sobre las canchas.
Fue bonito ver como ya despojados de nuestros disfraces, el poder comprobar que por encima de esa figura mediática en algunos casos más que en otros de años atrás existe una persona, normal, con las mismas preocupaciones que tú y que yo, y es que al final la gran mayoría nos motivamos y preocupamos básicamente por las mismas cosas.
Si alguien decidiera irnos a ver a un Torneo, esperando ver que hagamos lo mismo que hacíamos años atrás se podría llevar una gran y enorme decepción, dado que el baloncesto aparte de regalarte momentos únicos y grandes amigos, a los que podrías considerar como de la familia, te regala dolores en las rodillas, tobillos, espalda, dedos de las manos, etc,…sí, de aquellos de los que te acuerdas al despertarte, o al ir caminando hacía el baño para darte la ducha de la matutina, pero se aceptan, que remedio, sobre todo si no has de pasar por quirófano, y es que algunos somos más pasto de carpintero del Leroy Merlín o IKEA, que no de un médico o un fisioterapeuta.
Much@s hemos tenido tras nuestro paso por las canchas que reinventar nuestras vidas y seguir con la vida, y de vez en cuando juntarnos , por que aunque nuestros caminos hayan seguido caminos diferentes , siempre queda un vínculo de fraternidad por todas las vivencias que hemos compartido, las cuales se pueden expresar con palabras , si es que no has estado allí para vivirlas.
En Valencia jugaron tres equipos, muy especiales, dos de chicas, las maravillosas Old Blacks y las Chamboretas y el de chicos, Sanedrín.
Los tres compuestos por por ex-jugador@s de élite, gente que habían jugado y no pocos minutos en la principales ligas de baloncesto españolas, consideradas desde hace años de las mejores del viejo continente.
Después de tantos años dedicándonos al deporte de alto rendimiento, nos quedarnos con lo bueno. Nos hemos dedicado a lo que nos gustaba, hemos vivido experiencias que poca gente puede contar, y sobre todo nos quedan amigos, hermanos, risas, secretos y otras tantas cosas que no se pueden explicar en tan corto escrito, a lo mejor otro día me ánimo y os las cuento.
Pues sí, amistades que duran desde más de 30 años, que se dice bien rápido, muchos nos conocimos siendo adolescentes y ahora siendo padres, seguimos con el mismo espíritu.¿no es algo maravilloso?.
Lo que me gustaría deciros y voy ya finalizando es que no os quedéis sólo con la imagen del jugador o jugadora que corría, saltaba o tiraba sin parar, quedaros con la persona que hay detrás de todo eso, que ya os digo yo ahora que es bastante más interesante, en serio, hacedme caso.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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Como siempre, una interesante reflexión salida directamente del corazón y de la sinceridad de alguien que no renuncia a su pasado, pero apuesta por su presente y por su futuro