Roberto González Rico El Diván del Deportista @bertorrico 14 de septiembre de 2011. Boza Maljkovic habla sobre la derrota Eslovena ante España, l
Roberto González Rico
El Diván del Deportista
14 de septiembre de 2011. Boza Maljkovic habla sobre la derrota Eslovena ante España, lamentando que es “imposible de parar mucho tiempo”. Además, comentó que “Navarro es un gran jugador”. Es muy educado y siempre me saluda antes de los partido” y después mete siempre más de 20 puntos, hoy han sido 26.
Supongo que esto mismo es lo que deben pensar los entrenadores de los diferentes equipos de la NBA cuando se enfrentan Stephen Curry y sus Golden State Warriors.
No entraremos hoy en un debate sobre si estamos ante el nuevo Michael Jordan o si estamos asistiendo a la mejor temporada que le hayamos visto hacer a un jugador a nivel individual. Estas cosas merecen muchas veces dejar pasar el tiempo y ya situados en una perspectiva temporal de distancia y menos subjetiva podremos hacer un balance de la dimensión que pueda alcanzar, no olvidemos que en el día de ayer cumplía 28 años, que fue la edad en la que Jordan conquistaba el primero de los 6 anillos que finalmente conseguiría con sus Chicago Bulls.
Michael Jordan en el años 1991, llorando como un HUMANO al lograr su primer anillo en la NBA con sus Chicago Bulls. Luego vendrían 5 más.
Lo dicho, no seamos producto de las fuertes emociones del momento ni entremos en debates estériles antes de tiempo y disfrutemos de este pequeño gran genio que estamos teniendo la suerte de disfrutar 3 veces a la semana, para suerte y disfrute de los que amamos este deporte.
Por edad, en un deportista estaríamos en la denominada edad de la madurez, la misma que por ejemplo tiene Leo Messi o la que tenía Pau Gasol cuando fichó por los Angeles Lakers (27 para 28). Es decir, estamos a mitad de camino de lo que viene siendo la carrera profesional de un deportista, así que podríamos decir que lo mejor aún está por ocurrir, pero eso sí paso a paso.
Pues el bueno de Curry así como el que no quiere la cosa, puesto que es un fenómeno muy reciente, un semidesconocido hasta no hace tanto tiempo, ya que había quedado un poco a la sombra de otros jugadores de la generación del 1988-89 (Kevin Durant, Russell Westbrook o James Harden )se ha empeñado en pasar a la historia, y vaya si lo está haciendo, pero lo que más está llamado la atención es el ¿Cómo?.
A los títulos colectivos, 2 mundiales con la Selección USA y un título de la NBA con sus Golden State Warriors, añadir toda una serie de logros individuales (que analizaremos con más detalle en otro artículo próximamente). Esperaremos a que finalice la temporada regular, en este momento sería en términos políticos como el análisis muy avanzado, pero que en vez de ser A PIE DE URNA serían A PIE DE CANCHA, a falta de los resultados definitivos, para los que queda poco más de un mes.
Pero no sólo debemos pensar en las cifras, si no en la manera de hacerlo, ese toque distintivo y tan personal que lo caracteriza, dado que estamos hablando de un jugador que apenas supera el 1,90 y que pesa 86 kgs,
Además está compitiendo con un elenco de jugadores de un gran alto nivel, los citados anteriormente (Durant, Westbrook, Harden) a los que podemos añadir a Lebron James todos ellos jugadores mucho más físicos, potentes que a día de hoy los hacen partir con una cierta ventaja. Sobre todo James y Westbrook y Harden, puesto que Durant también es otro representante del talento vs físico.
Curry, si atendemos a su nombre, viene a ser en esencia como un nuevo ingrediente en el salvaje mundo de la NBA, es ese jugador descarado, talentoso, que nos hace retroceder a aquella época nostálgica de los años 80.
Sus jugadas imposibles, ese tiro de 9 metros, esas hábiles penetraciones, un excelso manejo de balón, y es que tan variado y amplio su repertorio que lo hacen casi imposible defender.
Chiellini, defensa internacional de la selección italiana, y de la Juventus de Turín comentaba no hace mucho lo siguiente “A Cristiano se le puede marcar; con Messi sólo puedes santiguarte”.
Chiellini elogia Messi : ” Para marcar a Messi sólo puedes santiguarte”
Supongo que lo mismo sucederá con Curry, al que en términos comparativos futbolísticos asocié con Leo Messi, mientras que Lebron James por su parte podría ser Cristiano Ronaldo.
Stephen es magia, poesía pura, talento, una marca propia, un jugador incomparable, de esos jugadores que nacen cada cierto tiempo, y es que se reúnen tantas cualidades positivas en un sólo jugador que por ello lo hacen INCOMPARABLE.
Podríamos hablar de la capacidad de anotación y hablar de Michael Jordan, de su manejo de balón y hablar de Isiah Thomas, de su tiro libre y hablar de Larry Bird, etc..como véis rezuma años 80 por cada poro de su cuerpo, de ahí que su figura aún si cabe más grande, sobre todo para los que pudimos disfrutar de aquella gloriosa época.
Iván Ferreiro. Años 80.
Curry recibe el balón; el público, sus compañeros ; sus rivales saben que algo grande va a pasar, no saben muy bien lo qué ni el cómo, a más de un marcador hubiera querido ser espectador, sentarse, mirar, disfrutar y aplaudirle mientras se bebe una Coca Cola y se come una hamburguesa o unas palomitas.
Con este pequeño genio tengo la sensación de que se ha vuelto al romanticismo de un deporte donde el físico y los resultados (pragmatismo) poco a poco iban ganándole la partida a ese juego que a tantos nos cautivó en esos años 80, y que poco a poco se ha ido desnaturalizando, dejando por el camino esa esencia natural y vistosa que pocos deportes pueden ofrecer.
Y llegó Don Stephen Curry, a especie de héroe salvador, Dios redentor, y sus Golden State Warriors, y de golpe y porrazo nos hicieron volver a acordarnos de míticas marcas, equipos de historia, tirar de hemeroteca y retroceder a los momentos en que muchos decidimos amar y hacer del Baloncesto parte de nuestra vida.
En esta sociedad, tan tendente a idealizar y buscar héroes constantemente, donde inevitablemente siempre entramos en la comparación, bien de forma directa o indirecta, ha surgido una lo que podríamos denominar una ESPECIE difícil de catalogar, para la que no estábamos aún preparados, que ha sacudido los cimientos de este deporte de una manera tal que aún muchos estamos en estado de shock.
Y es que este jugador nos está dando tanto en tan poco tiempo, que nos está siendo muy difícil asimilar a lo que estamos asistiendo, por eso que no debemos caer en etiquetas fáciles, y comparaciones sin más, el talento de cada persona es único e intransferible, diferente, especial, y en el caso de este genio aún si cabe mucho más.
Pero el talento como explicaba Michael Jordan, sólo ayuda a ganar partidos, para ganar campeonatos hacen falta otras variables como pueden ser el trabajo en equipo, la inteligencia emocional en la cancha, etc…y Michael sabe mucho de esto, pues tardó seis temporadas en poder conquistar su primer anillo de la NBA.
Todos tenemos talentos, pero ello sólo no es suficiente. Una vez identificados, hay que trabajarlos, horas y más horas, sin dejarlos de lado, es decir potenciarlos, puesto que muchos deportistas creen que ya se irán desarrollando por sí mismos, como una evolución más, sin entender que existe todo un proceso, duro sí, para que engañarse, pero imprescindible para tener ÉXITO.
Zarko Paspalj, quien para mí ha sido uno de los mayores talentos desaprovechados en el mundo del Baloncesto.
Han surgido eternos debates al respecto sobre qué es mejor ¿Potenciar nuestro talento y puntos fuertes o intentar trabajar más sobre nuestros puntos débiles?.
Como comentaba anteriormente todo depende también de cuál/es es/sean tus objetivos, la motivación que tengas para alcanzarlos y el esfuerzo y trabajo que estés dispuesto a hacer, es decir las horas que estarás dispuesto a invertir.
Nada más terminar la temporada 95/96, todos nos dimos cuenta que vivíamos un momento histórico, cuando disfrutamos del 72-10 que realizaron aquellos Bulls.
También como explicaba antes hablábamos del concepto PROCESO, por lo que se ha de ser constante, perseverar y entenderlo como una carrera de fondo, una mentalidad dura es importante, y no venirse abajo ni desistir a las primeras de cambio, ya se sabe que “Roma no fue construida en 3 días“.
Hay que estar dispuesto a ello, saber que el fracaso también forma parte del éxito, nos ayuda saber dónde estamos, el por qué, y qué podemos hacer y mejorar, así como dejar de hacer para seguir mejorando hasta llegar a la máxima expresión de nuestro talento, al que sin duda alguna ha llegado Stephen Curry.
Yo sólo sé que como decían los “BUENOS ” en una de sus canciones “desde que vi jugar a Curry ALGO EN MÍ HA HECHO CLICK, y ya no soy que el era ayer“, y supongo que a otros muchos aficionados de este deporte y no tan aficionados les pasa lo mismo, ¿ o acaso me equivoco?…háganmelo saber si no fuese el caso.
Tan sólo decir que DECLAREMOS a STPEHEN CURRY patrimonio de las humanidad y es que cuando esté
de por medio en un partido, hagamos caso a aquellas famosa frase del comentarista especializado en Fórmula 1, Antonio Lobato de ” no parpardeen pues nos lo podemos perder, y es que a día de hoy aún no somos plenamente conscientes de la suerte que tenemos de poder asistir en vivo y directo a la genialidad del Chef Curry.
A todo esto, la noche pasada sumó 27 puntos en la victoria de su equipo contra los Pelicanos de Nueva Orleans, dejando la marca de la franquicia en 60 victorias y 6 derrotas, es decir, restan 16 finales de liga regular, de las que han de lograr 13 victorias para batir la legendaria marca de 72-10, que establecieron los Bulls de un tal Michael Jordan en la temporada 95-96, 20 años.
Tendremos que esperar poco más de un mes, en que haremos un balance más estadístico y numérico tanto a nivel individual como colectivo, y es que hoy, perdónenme tocaba hablar desde una parte más emocional y romántica del juego, esa que nos ha rescatado y que nos ha devuelto Wardell Stephen Curry II.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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