Hoy se cumplen 23 años de la muerte de Drazen Petrovic, posiblemente el jugador europeo más talentoso que haya dado el viejo continente. Recuerdo a
Hoy se cumplen 23 años de la muerte de Drazen Petrovic, posiblemente el jugador europeo más talentoso que haya dado el viejo continente.
Recuerdo aquel 7 de junio de 1993, como uno de los días más tristes de mi vida, comparable tan solo en este sentido a aquel 01 de mayo de 1994 en el que moría también en otro fatídico accidente el legendario piloto brasileño Ayrton Senna en el gran premio de San Marino.
Lo recuerdo como si fuese hoy mismo, tenía 17 años y como hacía prácticamente todos los días durante esos años bajaba a la pista de mi barrio en San Valentín a tirar unos tiros, cuando un amigo mío me dio la triste noticia.

Real Madrid-Snaidero Caserta final 1989
Me quedé de piedra, no podía ser, ahora que estaba demostrando al continente americano la genialidad y el talento que atesoraba y que empezaba a hacerse un hueco entre los mejores va y sucede esto.
Con lo que le había costado llegar hasta aquí, luchador y ganador como pocos, ahora que lo había conseguido y que a sus 28 años, en plena madurez deportiva tenía aun unos cuantos años para obsequiar y regalar a todos aquellos que adorábamos su juego, ¿por qué por qué por qué?.
No podía ser, me resistía a pensar a que ya no vería más a aquel jugador, el mayor representante de una época donde estaba los Sabonis, Gallis, Epi, entre otros, pero Drazen era diferente, único, especial, cualquiera que hubiese seguido su juego y evolución sabe perfectamente a lo que me estoy refiriendo.
Esos triples en carrera, esas asistencias, su dominio de la pelota y del juego, su capacidad de trabajo y carácter ganador, pero sobre todo talento y genialidad al servicio de un deporte al que contribuyó y de que manera a hacerlo aun si cabe un poco más grande.

Petrovic y Sabonis, ambos nombres van ligados a este deporte
Aquel 7 de junio de hace 23 años sentí que perdía algo, sé que parecerá difícil de creer, pero otros cuantos y me consta saben perfectamente de lo que estoy hablando.
Drazen era poesía pura, arte en movimiento, genialidad improvisada, descaro imberbe, un soplo de aire fresco, el máximo representante del talentoso y ofensivo baloncesto yugoslavo, una suerte para el aficionado y para este deporte en general.
Un deporte que años después, iniciados los años 90 cambió, salvo alguna excepción que otra, para convertirse en un juego más defensivo y de control, por ello que el recuerdo hacia el genio de Sibenik aun sea mucho mayor.
Gracias Drazen por contribuir en mi pasión hacia este deporte, ya que sin ti nada sería igual…DEP…

Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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