@RufKalle Estos próximos días los aficionados al baloncesto vamos a disfrutar del máximo nivel de nuestro deporte en lo que se refiere al vie
Estos próximos días los aficionados al baloncesto vamos a disfrutar del máximo nivel de nuestro deporte en lo que se refiere al viejo continente,
No quiero entrar a valorar a los equipos, pues creo sinceramente que hay periodistas y bloggers mucho mejores que yo que ya han analizado equipo por equipo y jugador por jugador.
Yo lo haré como ex baloncestista que ha tenido la suerte de poder vivirlo en vivo y en directo dentro de la cancha.
Allá voy, que decir que para todos los equipos llega el momento culminante de temporada, El gran premio.
De nada sirve ya el trabajo anterior durante todos meses (centenares de horas de carreras, pista, tiros, pesas y dinero invertido por los equipos), importa el aquí y el ahora, el momento presente, tienes 48 horas con el único objetivo de GANAR y ser el nº1 de Europa.
3 días, 2 partidos, en una pista neutral, y una gloria que te está esperando..
Tuve el privilegio de jugar una Final Four, la de 1992 en Estambul, no hace falta recordar el terrible final contra Partizán de Belgrado y el famoso y espectacular de Djordjevic, y es que así son las finales (detalles, trabajo, suerte….),
Hay una mezcla de sentimientos, pero sobre todo destacaría la ilusión por vivir unas finales intensas, de tener absolutamente sobre ti todos los focos de las televisiones la prensa y la radio de toda Europa
Imaginaros la importancia de la cita, que viaja absolutamente toda la directiva y en algunos casos las mujeres y novias y hasta los padres se apuntan, es una fiesta, el ambiente creado por las aficiones que acuden al evento es total, en las calles se oyen los cánticos y se hacen notar con sus banderas y camisetas.
Ahora bien, los jugadores no vemos nada, estamos aislados, en una especie de bunker, de todo ese ambiente, todo está absolutamente calculado científicamente cual reloj suizo (horarios, comidas, bebidas, siestas, paseos, entrenos, etc…. Pero hay algo que se repite en cada uno de los jugadores, que es que todos tienen una luz especial en sus caras, la luz de la ilusión.
Conoces el campo, sus referencias visuales, no todos los campos son iguales aunque las medidas sí, los colores, los focos, las luces, todo influye para que te sientas cómodo, con esa sensación “buen rollo”, hasta los balones, si están o no correctamente inflados o su desgaste (cómo cambia un balón nuevo de otro ya “ligeramente desgastado”,que ya no tiene esa pátina resbalosa), es el contacto con el escenario en el que los artistas se batirán en un duelo sin cuartel.
Y llega el gran día….
Se sube al autobús, la gente se choca las manos, hay una mezcla de cautela, emoción, ganas de llegar al pabellón, silencio, sabes que todo está preparado, la ropa la llevan toda mona en bolsas enormes, sólo te preocupas de llevar tus botas, champús (vivan los amenities del hotel!!!), y la toalla (viva el hotel de nuevo), y tus chanclas, vaya, y un peine si aún tienes pelo!…
Vestuario….
Te cambias y el fisio ya ha hecho turnos para que pases por su camilla, para que te vende los tobillos y te aplique si hace falta alguna friega con esas cremas diabólicas que deben estar hechas con una mezcla de chili picante, mentol y algo mágico, por que calentar, calienta, y no sabéis bien cómo.
Sales a la pista….
Ah! y con ello la sensación de salir del vestuario a la pista, y darte cuenta que aquella cancha que pisaste ayer, te la han cambiado!
Esta llena de anuncios, mesas, sillas, cámaras de televisión, los fotógrafos están probando sus flashes para captar alguna instantánea espectacular para revistas, blogs oficiales o prensa.
Tomas un balón entre las manos y te preguntas para tus adentros “¿a ver cómo estoy?”
Comienzan a salir los compañeros, te miras sonríes, sabes que por fin llegó la hora.
Al vestuario!….
Empieza ésto, nos encerramos en el vestuario, toca la última charla, pizarra o papeles colgados en la pared con las consignas, claves del partido y jugadas del rival.
Repaso rápido de algo que en las últimas semanas llevas más que sabido, pero no del todo aprendido.
Para acto seguido aunar fuerzas, tanto físicas, mentales como espirituales, y el GRITO del vestuario para saltar a la cancha para calentar.
EL RESTO, LO SABE TODO EL MUNDO…

Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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