Nostálgicos: Michael Anderson, otro base jugón en el el podio de la ACB. Por Roberto González Rico.

La semana pasada hablábamos de André Turner,  como uno de los mejores bases americanos que hayan pasado por nuestra ACB, haciéndonos recordar a Michael Anderson,  otro de esos bases también americano que dejó un gran profunda y huella en nuestra liga.

Y eso que su primera aparición por España, de la mano del Real Madrid, en esa temporada maldita de la muerte de Fernando Martín no fue nada positiva, pero ello no le impidió años después demostrar la clase del jugador ante el que estábamos.

Anderson, un base de 1.86, nacido en Philadelphia, Pennsylvania, hace ahora 51 años, se formó durante 4 años en la universidad de Drexel, siendo drafteado en 1988 por los Indiana Pacers en la 3º ronda (nº 73), un draft con gente como Majerle, Manning, Gary Grant o Mitch Richmond y ex-ACB como Seikaly, Jerome Lane, Shelton Jones o Tom Tolbert.

Aprovecho para poner un poco de música de un grupo precisamente de Philadelphia, llamados NOTHING, y los cuales vienen funcionando desde 2010, y que combinan entre otros géneros musicales el shoegaze y noise-post-indie rock

Un tema llamado FEVER QUEEN, y que se encuentra en su álbum de 2016,TIRED OF TOMORROW.

Pero Anderson nunca llegó a jugar en los Pacers, siendo su única experiencia en la NBA de la mano de los Spurs, con los que jugó 36 partidos la temporada 1988-89, promediando 5.7 puntos y 4.3 asistencias en 20 minutos.

Viendo lo caro que iban a ser sus minutos cuando le llegó la oportunidad de dar al salto a Europa, de la mano del Real Madrid no se le pensó dos veces, ahora bien, la responsabilidad era enorme, venía a intentar sustituir ni más ni menos que a Drazen Petrovic.

Fue una temporada de lo más convulsa, y en la que a pesar de hacer unos buenos números, 14,2 puntos, 5,6 rebotes y 4,1 asistencias, no dio nunca la sensación de ser ese base cerebral y de control que buscaba el equipo blanco, se le veía un poco acelerado e incapaz de dominar los partidos, ello hizo que el equipo blanco lo sustituyese en la Liga tras 18 partidos por Dennis Nutt (capricho incomprensible de Karl), quien por cierto no logró mejorar las prestaciones de Anderson ni tampoco ser ese base que buscaba el equipo.

El Madrid achacó el cambio debido a  las carencias en la precisión juego y en la oportunidad decisiones en la cancha. Hasta ese momento había sido el tercer máximo anotador del equipo, el mejor pasador y el tercer reboteador, a pesar de su estatura.

Anderson se mantuvo en el equipo para jugar la Recopa, formando pareja con Frederick.

El Real Madrid decidía no desprenderse del base Anderson, respetarle su contrato, y contar con él para el caso de que Dennis Nutt sufriera algún percance físico, pues había llegado lesionado al equipo.

El base había causado una gran sensación con la facilidad que tenia en el tiro de media y larga distancia.

Como curiosidad comentar que la operación total sumo cerca de los 470.000 dólares (unos 54 millones de pesetas), cantidad en la que se incluye los cerca de 100.000 dólares (unos 11,5 millones de pesetas) que se  abonaron a Ben McDonald tras la rescisión de su contrato. Curiosamente, Nutt tiene un contrato mucho más bajo (75.000 dólares) que el  de Anderson jugador a quien sustituía(150.000).

George Karl e inclinó por Anderson después de comprobar las dificultades que presentaba el veterano Darnell Valentine.

Anteriormente se había descartado la incorporación de Vicent Askew, por complicaciones de una antigua lesión, y quien posteriormente tendría una correcta carrera profesional en Italia y la NBA.

Después tendría multitud de cambios de equipos en la CBA , Anderson vuelve a la ACB, ahora de la mano del CB Leon (temporada 1992-93) para sustituir a Mark Tilmon, solo juega 12 partidos, pero suficientes para dejar bien claro que había madurado y que había aprendido de los errores pasados,  su juego seguía siendo rápido , pero minimizaba sus errores, además sus promedios seguían siendo buenos,  16.16 puntos, 4.66 asistencias y 4.58 rebotes (siempre tuvo una gran facilidad para el rebote).

Supo muy bien aprovechar el momento de la llegada de otros bases de su mismo estilo como Armstrong o Turner, quienes demostraron que los bases también podían ser dominadores, lo que llevó a los equipos ACB a pensar no solo en aleros ni en pívots a la hora de contratar jugadores extranjeros, y de ello se benefició Anderson, quien aún tenía mucho por demostrar y también por evolucionar, hasta llegar a ser ese base completo que le convirtió en uno de los mejores extranjeros que hayan jugado por aquí, y son unos cuantos.

El equipo ese año se clasifica para los PO, donde eliminan al Taugrés por 2-0, cayendo en semis ante el Real Madrid, y en ello, Anderson tuvo mucho que ver.

La siguiente temporada la juega a caballo entre  Zaragoza y Girona, pero la cosa no acaba de funcionar, aunque sus estadísticas siguieron siendo buenas.

Anderson está en su madurez deportiva (28 años)  cuando le llega la propuesta del CB Murcia, donde cuaja una grandísima temporada con el , haciendo pareja de americanos con Johnny Rogers , el equipo pimentonero se convierte en la revelación de la temporada.

El base de Philadephia promedia 21.8 puntos, 4.7 asistencias y casi 6 rebotes.

Esta temporada fue la de su confirmación, dando verdaderos clínics de baloncesto a la afición murciana como el de aquel partido en el que se vengó de su ex-equipo (Real Madrid), gracias al excelente rendimiento  Anderson, máximo anotador y pasador(15 asistencias) del choque,  además de protagonista en la jugada que decidió el desenlace final de cara para su equipo.

En Murcia nunca lo olvidarán, pues junto a Rogers y Bobby Martin conformaron un gran trío, jugadores que sabían muy bien sus funciones, mirando siempre por el bien del equipo, y el cual estaba muy bien secundado por la guardia pretoriana de jugadores nacionales.

Esa temporada Anderson fue nombrado MVP de la liga regular, llevando al equipo al puesto 12, aspirando hasta bien al final a los PO, la temporada anterior habían sufrido mucho para salvar la categoría.

Su excelente temporada no pasó desapercibida para Aleksander Petrovic, quien lo reclutó para su Caja San Fernando, equipo que buscaba un jugador diferencial, imponiéndose en el casting a Darrell Armstrong.

Anderson era una bala, imparable al contragolpe, ladrón espectacular y asistente de lujo, si le unimos su gran inteligencia colocándose para el rebote y su capacidad anotadora tenemos al jugador total que pretendía Petrovic.

Anderson era el líder del equipo y completó actuaciones espectaculares con partidos memorables guiando al Caja San Fernando a la Copa del Rey (donde no tuvo suerte ante el Real Madrid) y a los PlayOffs.

Tras la temporada regular, Anderson había sido declarado MVP de la temporada tras ser cinco veces el Jugador de la Jornada, dos veces jugador del mes, mejor asistente y mejor recuperador de la competición.

El equipo acabó subcampeón de liga,  cayendo ante el Barcelona, en una de las mejores temporadas que se recuerden Sevilla y donde Anderson fue vital, promediando 23.78 puntos, 5.30 asistencias y 5.10 rebotes.

Memorables fueron sus dos partidos de cuartos ante el Madrid, 0 alguna de las victorias de semis ante el Manresa, donde se fue en algún partido a 37 y 40 de valoración. En la final simplemente se salió, pero el equipo azulgrana fue un escollo insalvable.

Nada podía pararle, sobre todo si tenía el día en el tiro (en este aspecto era un poco irregular). Penetraba con enorme fuerza, era un director generoso y un defensor muy ‘pesado’ para su par.  Tenía un don especial para recuperar el balón.

Su segunda temporada (1996-1997) fue buena, pero el equipo no consiguió ni ir a la Copa ni tampoco jugar los PO.

Kidd y Scott no continuarían en el equipo, llegando Thomas Garrick y Tellis Frank en su lugar, para afrontar el sueño de jugar la Euroliga, y dar la regularidad necesaria al equipo para poder asentarse definitivamente entre los grandes equipos de la competición, pero no pudo ser.

La temporada de Anderson fue bastante irregular (tuvo problemas físicos), pero aún así consiguió ser 3 veces jugador de la semana de la ACB, promediando a la finalización de la liga 18.45 puntos, 5.26 rebotes y 5.35 asistencias, para un total en ACB de 19.9 puntos, 5.3 rebotes,  4.8 asistencias y 2.6 robos en 159 partidos.

Sin duda alguna, al menos en mi modesta opinión está en el podio de los tres mejores bases americanos que hayan jugado en la ACB, al menos en lo que a rendimiento se refiere.

Anderson entendió que había cumplido una etapa, abandonando esa temporada la disciplina cajista, se habló entonces  del Taugrés y de la Cibona de Petrovic , pero finalmente recalaría en el Ulker turco, jugando dos temporadas y donde conquistaría una liga, aparte de incrementar sustancialmente su cuenta corriente

Ya en el ocaso de su carrera jugaría en el histórico Cibona de Zagreb , donde no acabaría la temporada y en la USBL, donde se retiraría con 36 años en el año 2002.

Lo que último que hemos sabido de Anderson en los últimos años nos llega por medio del gran Javier Ortiz,  quien nos contaba que había estado trabajado en una compañía de seguros y también había entrenado paralelamente en ‘high school’ en Harverford.

Recientemente fue galardonado como una de las 100 personalidades más importantes salidas de Drexel.