Roberto González Rico El Diván del Deportista @bertorrico Much@s a lo largo de estos últimos días nos preguntamos si es aconsejable para cierto
Roberto González Rico
El Diván del Deportista
Much@s a lo largo de estos últimos días nos preguntamos si es aconsejable para ciertos equipos con plantillas reducidas el poder asaltar con un mínimo de garantías dos competiciones, y si llegado un momento no es mejor aparcar y dejar una de ellas a un lado, es decir priorizar y economizar recursos.
Hace ya unos cuantos años recuerdo que en el deporte del fútbol Real Sociedad y Celta de Vigo en la temporada 2002-03 descendían a 2ª división tras meritorias clasificaciones para disputar la Champìons League por los malos resultados de no escalonar el proyecto entero, mientras que otros como el Mallorca o el Betis se salvaban por los pelos del descenso, en las temporadas 2001-02 y 2006-07 respectivamente.
Y más recientemente tenemos el ejemplo de un equipo consolidado y que presuntamente tenía plantilla para pelear en Europa. Éste ha sido el caso del Villarreal de la temporada 2011-12, aunque no ha sido el único en los últimos tiempos.
Desde la opinión que tengo desde fuera y por lo que ha contado gente que se dedica a esto, es cierto que para determinados la ilusión por jugar competición europea es algo muy difícil de explicar, un sentimiento único e irrepetible para muchos, pero que supone un enorme esfuerzo, que a larga se puede acabar pagando y mucho.
La competición europea es muy exigente, pues cada partido se presenta casi como una final y donde la presión es muy grande, aparte del cansancio que conlleva el tener que realizar vuelos de larga distancia, los cuales no te permiten realizar los entrenamientos de la forma regular que pueda tener establecida el cuerpo técnico deportivo.
Hay un mayor riesgo de lesiones, los nuevos jugadores tardan más en entrar en la dinámica del equipo, y si no empiezas bien la temporada se te puede hacer muy larga, y sobre todo si apuestas por seguir vivo en Europa, descuidando la liga doméstica.
Supongo que no es fácil decidir, y que lo que puede sentir un jugador, el sentimiento de poder representar a tu equipo en Europa, y ser parte de la historia del club es algo por lo que merece la pena trabajar y mucho pero no es menos cierto y a los hechos me remito que según que casos se corre el riesgo de dejarse llevar y una vez intentas volver a la Liga ya es demasiado tarde, y luego pasa lo que pasa.
Ojo, que no digo que no se deba disfrutar del justo y merecido premio de jugar competiciones europeas, y más como es el caso de algún equipo español esta temporada, pero no sé hasta qué punto les puede resultar beneficioso disputar dos competiciones con tan alto nivel de exigencia, y más con esto calendario de locos, muy entretenidos para el espectador por cierto que estamos disfrutando en la Euroliga, pero que para algunos equipos puede ser un largo y tortuoso camino, sobre todo cuando al cabo de las jornadas te vayas quedando descolgado.
Es lo que hay, las Tvs pagan y los equipos no dejan de ser en muchos casos mercancía de este negocio, aunque para algunos equipos no tengo la absoluta certeza de que sea un buen negocio, pero también entiendo y desde el punto de vista del jugador la ilusión que debe tener un jugador y el club cuando juega por primera vez competición europea.
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Por ello que se han de definir muy bien los objetivos, y tener ciertas alternativas, que se deben manejar según la situación, y los recursos disponibles en cada momento, pues las temporadas se sabe cómo empiezan, pero se desconoce cómo transcurrirán y mucho menos como terminarán, pero lo que es seguro es que si se determinan unos objetivos realistas y acordes a la realidad de cada equipo, soñando lo mínimo e imprescindible, para mantener la ilusión y motivaciones necesarias , y trabajando desde la humildad y bajo la filosofía del día a día, seguro que será menos difícil compaginar dos competiciones.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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