Por Manu Redonda. 26/09/2017 @ManuRedonda Hace unas semanas decia adiós uno de los ciclistas más grandes que ha dado este país, bueno en realidad
Por Manu Redonda. 26/09/2017
Hace unas semanas decia adiós uno de los ciclistas más grandes que ha dado este país, bueno en realidad quería decir uno de los ciclistas más grandes que ha dado el planeta Tierra. Puede parecer exagerada esta afirmación pero lo que es verdaderamente exagerado es el espectáculo que nos ha brindado durante sus 14 años como profesional. No pienso medir la grandeza de Alberto por sus triunfos en las grandes vueltas, 2 Giros, 2 Tours y 3 Vuelta a España, también podría mencionar sus dos triunfos en la París-Niza o la victoria en la Tirreno-Adriático. La figura de Contador está por encima de todos estos triunfos, que ya de por sí lo elevan a la categoría de leyenda del ciclismo. Alberto nos ha hecho vibrar como pocos, nos ha vuelto a recordar aquellos tiempos en los que el ciclismo era ciclismo, donde se atacaba sin descanso, sin esperar a los últimos metros, atacando desde abajo, donde empiezan los puertos, sin esperar el desgaste de los rivales.
Si nos vamos a los libros de ciclismo nos encontraremos con un tal Miguel Indurain como el mejor ciclista español de todos los tiempos. Por sus triunfos no hay duda, pero por la manera de lograrlos y por el carisma y grado de competitividad Alberto Contador se ha ganado estar entre los mejores de la historia de nuestro deporte.
Llevamos muchos años viendo ganar grandes vueltas a corredores conservadores, Froome, Indurain, Wiggins, Evans, Sastre…, y entre ellos se cuela algún valiente como Pantani, Nibali o el gran Pedro Delgado, pero cada vez resulta más difícil salir vencedor a un escalador, las cronos tan largas hacen que sea necesario defenderse suficientemente bien para no perder demasiado tiempo y optar al triunfo final. Por eso el mérito de estos ciclistas es tremendo y siempre serán mucho más recordados que el resto.
Alberto se ha despedido a lo grande, como él había soñado seguramente la noche anterior, escapándose en la dificilísima bajada del Cordal con su compañero de equipo Pantano y sin darse cuenta ya estaban subiendo al L’angliru, uno de los puertos más duros que se pueden subir hoy en día. Alberto no dudó, no titubeó un segundo, iba a tope desde abajo, se formó un grupo de 5 corredores pero ninguno pudo aguantar el ritmo del pinteño. Coronó en solitario para proclamarse vencedor de la etapa reina de su última carrera como profesional.
No podía tener un mejor final. Los amantes del ciclismo lo echaremos de menos, se acabaron los disparos del pistolero al cruzar las metas que tantas veces coronó en primer lugar, pero nunca olvidaremos sus gestas y esa manera de entender el ciclismo que tanto nos gusta. GRACIAS ALBERTO.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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