FC Barcelona Basket. Buscando al Cruyff del Baloncesto

FC Barcelona Basket. Buscando al Cruyff del Baloncesto

Corría el año 1988 cuando el FC Barcelona de fútbol venía de una de sus mayores crisis deportivas de su historia, con un motín incluido de los jugado

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Corría el año 1988 cuando el FC Barcelona de fútbol venía de una de sus mayores crisis deportivas de su historia, con un motín incluido de los jugadores contra su presidente, un año salvado en parte con la conquista de una Copa del Rey ante la Real Sociedad por 1 -0, con Luís Aragonés, si aquel de la famosa frase de “ganar, ganar y volver a ganar”, y quien llevaría a la selección española de fútbol a superar la barrera de los 1/4 de la Eurocopa, la cual finalmente acabarían ganando en aquel lejano verano del 2008.

Ya sé que much@s diréis, solo una copa salva la temporada, pues sí eran otros tiempos, pensad que hasta ese momento el equipo solo había conquistado 10 ligas, y para el barcelonista vencer al Madrid los dos partidos de liga y ganar la copa ya era todo un éxito, vamos que ya estaba la temporada salvada.

Hasta que ese verano llegó Johan Cruyff para cambiar la mentalidad del equipo, y convertirlo en un equipo ganador, si bien es cierto, que 3 de sus 4 ligas fueron sobre la bocina, pero la suerte también cuenta en esto del deporte, pero él consiguió que su equipo creyera hasta el final y siguiera luchando, y no dejarse ir, que hubiera sido lo fácil, y todo ello con un equipo con una base de jugadores españoles, y unos extranjeros que marcaban las diferencias.

Y vaya si cambió la historia, ya que desde la liga número 11 en 1991, los azulgrana han acumulado 16 títulos más, en poco más de 30 años, cuando en 59 temporadas solo habían conquistado las 10 comentadas.

17 aún a pesar de estar 5 años, sin conquistar la liga entre finales del siglo pasado hasta inicios del siglo presente, hasta la llegada de los Rijkaard, Ronaldinho y compañía.

Y Uds dirán, ¿a qué viene esto en un escrito de baloncesto?, pues para contextualizar un poco el desarrollo de este artículo con el que quiero analizar la nueva decepción en la Euroliga, no quiero hablar de fracaso, porque es una palabra bastante fuerte, y soy de los que piensan que el fracaso es cuando dejas de intentarlo, y los azulgrana han seguido intentándolo después de las dos derrotas en la final del 2021 y semis del año pasado.

Como bien decía Guardiola esta semana tras su victoria ante el Madrid en Champions, lo importante es estar ahí en mayo, junio, en las semis, finales de vez en cuando, y de ser así seguro que algún día te tocará ganar, eso es lo que hace a los equipos grandes, el estar siempre ahí, aprendiendo de los errores y forjando una identidad como colectivo, que te lleve al éxito, y lo dice el que para muchos lleva “fracasando6 temporadas en el Manchester City.

Y es que señor@s, al final solo puede ganar uno, qué pasa, que los qué no ganan siempre fracasan, pues yo no lo veo así, perdonen que les diga, pero no por ello voy a dejar de ser crítico, siempre de forma constructiva, creo que la paciencia y confianza es básica en todo proyecto, y que ello requiere de un tiempo.

Si bien el Barcelona en su sección de baloncesto como decía Jorge Valdano vive en una situación de urgencia histórica, ya que en su palmarés solo hay dos Euroligas, un pobre bagaje para un equipo que ha llegado a 17 finals fours, aparte de la dolorosa derrota ante el Banco di Roma de Larry Wright en la final de 1984, donde realmente empezó la historia negra de la sección.

Y luego apareció la otra bestia, aquellos chicos de Split, quienes a finales de los 80 y principios de los 90 dejaron a los azulgrana a las puertas de tan ansiado trofeo hasta 3 veces (2 finales y una semi)

Y creo que todo ello se arrastra aunque hayan pasado años, se ha ido construyendo un sentimiento de equipo “perdedor” , apareciendo los miedos y fantasmas del pasado cuando llega el momento de la verdad, eso lamentablemente se lleva en el ADN de esta sección, salvo las excepciones que muchos sabéis del 2003 en el Sant Jordi, con los Bodiroga y Jasikevicius o del 2010 en París con los Navarro, Mickeal y compañía.

De hecho soy de los que piensan que si se hubiera ganado alguna de esas Euroligas en los 80 el equipo actualmente tendría alguna más, revirtiendo ese sentimiento que se ha ido instaurando y colando a lo largo de estos 40 años.

Y si no cómo se explica otra vez lo sucedido el pasado viernes, que cuando llega el momento de la verdad el equipo se viene abajo, empiezan los miedos, las dudas, porque la historia está ahí, pesando lo suyo, como una gran losa, un ejemplo claro es el tema de los tiros libres, firmando un pobre 4-11, cuando en la serie ante el Zalgiris el equipo había anotado 56 de 58, un impresionante 96.35%.

Este año much@s pensábamos, yo incluido que el equipo llegaba en un buen momento, solo con la baja conocida de Higgins, pero la dinámica era positiva , de hecho el domingo el equipo jugaba un excepcional partido en al Buesa Arena sin Kalinic y Vesely, con una gran victoria, consiguiendo la primera posición de la fase regular de la liga.

Con un Mirotic que después de la lesión estaba a un buen nivel, un Satoransky que llegaba también bien, posiblemente estando en su mejor momento, un Kuric que había entrado en rotación en un año difícil y bastante irregular, e incluso Sanli había dado un paso adelante.

Y ello añadido a los Laprovittola, Vesely o un Jokubaitis, quien también estaba ante una temporada irregular, pero que por el contrario si ha de jugarse las patatas calientes no le temblará el pulso, sin olvidarnos de un Kalinic, quien a pesar de no haber jugado un buen año, tiene ese carácter y gen competitivo que tanto necesita el equipo, y que tanto se ha echado en falta desde la marcha de Pete Mickeal, 10 años ya.

Demasiados, donde ha ido desfilando un montón de jugadores, con revoluciones prácticamente cada año, buscando esa columna vertebral necesaria en todo proyecto, como hizo en su día el Madrid con los Chacho, Llull, Rudy y Reyes, quienes tienen gran parte de los éxitos de estos últimos años del equipo blanco, y quienes mañana tienes la oportunidad de sumar un nuevo título a su ya gran mochila.

Se fichó a un entrenador querido por la afición azulgrana, integrante del equipo de la primera Euroliga, a quien a carácter y competitividad en la cancha creo que pocos le han ganado, y que ha llevado al equipo a jugar tres finals four de forma consecutiva, tras una travesía de 7 años por el desierto, donde hemos vivido los peores años de la edad moderna de la sección.

Pero quien por una u otra razón no ha podido ni sabido transmitir al equipo ese carácter necesario para ganar la máxima competición, y esto ya da mucho que pensar.

Sabemos que no es fácil, cada año hay un solo ganador, pero el tiempo de este proyecto por edad se agota y la urgencia cada vez será mayor, entrando las prisas y comentadas, esas urgencias, que ya sabemos que nunca son buenas compañeras de viaje.

Creo que éste año era una oportunidad perfecta, ante un Madrid con bajas importantes (Deck, Poirier y Yabusele), y con el Efes, la otra bestia negra fuera y sin los equipos rusos.

Pero el equipo ha vuelto a fallar, jugando uno de sus peores partidos dela temporada, justo en el día D, cuando los grandes jugadores y equipos han de sacar su talento y carácter, y más cuando te enfrentas a tu gran rival, quienes además el año pasado te dejaban con la miel en los labios, con un guión de partido bastante similar.

Todos pensábamos, yo incluido, que el equipo había aprendido de sus propios errores, pero otra vez hemos visto que no ha sido así, volviendo a caer en iguales circunstancias, con esos miedos y temores que siempre acaban apareciendo, haciendo que se les encoja la mano ante tiros a veces fáciles, que se pierdan balones absurdos, etc,..

Haciendo buena esa frase de que el “miedo a perder es mayor que la alegría de la victoria

Otra vez se puede hablar, seguimos con las frases, de que “jugamos como siempre y perdimos como siempre“. algo que ya se ha convertido en algo normal em esta sección, en un ritual de lo habitual, cuando llega este mes de mayo y el equipo pisa una final four.

Y yo a veces me pregunto llevando el tema al terreno del fútbol, que he echado en falta la figura de un Cruyff llevada al equipo de baloncesto, para cambiar esa mentalidad, y perder ese medio que él consiguió precisamente un 20 de mayo del 92, justo el día en que estoy escribiendo este artículo, pero 31 años después, convirtiendo la victoria en una costumbre y haciendo olvidar esos fantasmas de la final de Sevilla contra el Steaua de 1986.

Haciendo callar a ese entorno que Johan bautizó en su día a ese ruido eterno que rodeaba a la sección, y que Johan tan bien supo definir en aquel lejano octubre del 92.

Y que actualmente acompaña a este equipo, que no ha dudado en fichar entrenadores y jugadores de mil países, pero que salvo en contadas ocasiones han podido hacer EQUIPO, que al final son los que ganan los títulos y las finales, los jugadores como decía Michael Jordan solo ganan partidos, y esto lo dice alguien que de esto sabe algo, y quien tardaría hasta 7 años en conquistar su primer anillo, tras múltiples intentos.

Pues hasta aquí este escrito, hoy me he querido alejar un poco de datos y estadísticas centrándome en algo que llevo viendo desde hace 30 años, con la ilusión eterna de que esto algún día puede cambiar, pero lamentablemente seguimos en los mismo, y mientras tanto ese sentimiento derrotista se apega más y más fuerte en el corazón, cabeza y entrañas de esta sección, quien por jugadores, entrenadores e historia merece mucho más de lo conseguido en la máxima competición.

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