El diván del deportista Manu Redonda 02/09/2016 Ayer se estrenó Julen Lopetegui al mando de la selección española de fútbol, las sensaciones
El diván del deportista
Manu Redonda 02/09/2016
Ayer se estrenó Julen Lopetegui al mando de la selección española de fútbol, las sensaciones han sido bastantes buenas, pero habrá que esperar y darle tiempo al nuevo proyecto. Los dos últimos batacazos, tanto en el mundial de Brasil como en la reciente Eurocopa, hacen que no lancemos las campanas al vuelo tan rápidamente. Estos dos últimos tropiezos, no me gusta a mí la palabra fracaso, contrastan con los últimos éxitos del baloncesto en los dos últimos acontecimientos importantes.
Podríamos encontrar muchas similitudes entre los dos equipos, empezando por decir que estamos o estuvimos ante las dos mejores generaciones, tanto de fútbol como de baloncesto, de la historia. La cantidad de títulos conseguidos tanto en baloncesto como en fútbol, dejan fuera de toda duda, que han sido las mejores selecciones en ambas disciplinas de nuestra historia. Una de las grandes similitudes de las que hacía mención y que además ha hecho de estos equipos, no sólo unas máquinas de coleccionar triunfos, ha sido la manera de ganar (el cómo).
En estos tiempos que corren, donde el resultado prima por encima de todo, tanto en baloncesto como en fútbol, esta magnífica hornada de jugadores, a parte de ganar títulos, lo han hecho de manera brillante. El juego de toque, de posesión, no rifar un balón, ha hecho que la selección de Luis Aragonés primero y Del Bosque después, fueran el centro de admiración del mundo futbolístico.
En baloncesto podríamos decir lo mismo, un equipo con Navarro, Gasol, Ricky, Calderón.., sobra decir el tipo de baloncesto practicado. A día de hoy todavía recordamos el partido ante USA en los JJOO. de Londres, quizás pudo ser el momento perfecto para ganar esa medalla de oro en unas olimpiadas. Las dos selecciones han sido campeonas del mundo y de Europa y en las dos selecciones se hablaba de jugadores no sólo ejemplares dentro del campo, si no también fuera de él. Casillas, Xavi, Iniesta, Gasol, Navarro, Calderón, son ejemplos claros de jugadores top, tanto a nivel deportivo como humano.
Selección masculina de baloncesto: De Pedro Rodríguez (Pedrito) a José Manuel Calderón (Calde)
Pero mientras en el fútbol hemos vivido un claro fin de ciclo, después de las dos tremendas decepciones sufridas en mundial y euro, el baloncesto se resigna de dar su brazos torcer y siguen acumulando grandes actuaciones y medallas de un gran valor.
Es cierto que no es justo hacer comparaciones, pero también es cierto que es inevitable. Lo primero que me viene a la cabeza es la gestión de los egos en el vestuario, mientras en el basket, parecen muy claros los roles, con Pau Gasol al frente y Navarro, Rudy y Felipe como fieles escuderos, en el fútbol no lo tenemos tan claro, Casillas era el gran capitán, y como guardianes estaban Xavi Hernández, Puyol y Ramos, pero eran continuos los pequeños roces con el capitán, no por parte de éstos últimos, pero si por el tan famoso entorno del que tanto solía hablar el malogrado Johan Cruyff.
A las primeras que vinieron mal dadas, las críticas al portero que tantos éxitos nos había dado, fueron continuas, y el portero, lejos de llevarlas con naturalidad parecían hacerle mella y en muchas ocasiones perdía las formas y por lo tanto la razón. Cuando Vicente Del Bosque, decidió otorgar la titularidad a De Gea, parece que Iker no lo encajó muy bien y se produjeron roces que pudieron un ambiente muy extraño en el torneo. Podemos pensar por lo tanto, que la gestión del vestuario no fue la más acertada por Del Bosque.
El hambre por conseguir más y más títulos y sobre todo seguir disfrutando de lo que más te gusta, puede ser otro de los grandes motivos de esta manera tan diferente de cerrar estos ciclos. Mientras en el fútbol se pedía desde todos los sectores, tanto afición, prensa e incluso los mismísimos jugadores, un cambio generacional, lo que provocó que esa dulce transición de la que tanto hablaba Vicente Del Bosque, fuera bastante más traumática de lo deseado. Los jugadores que seguían parecían desmoronados, sin hambre, sin ganas de comerse el mundo, pero posiblemente esta falta de apetito, no fuera culpa solamente de ellos.
En el equipo de Scariolo, sucedía lo contrario, convocatoria tras convocatoria, el grupo era el mismo, el hambre seguía intacto y podíamos ver un grupo de amigos que se divertía jugando al baloncesto. La prueba más clara de ésto, es que una vez finalizada la Olimpiada y con una medalla de bronce al cuello, el único jugador que ha anunciado que deja el equipo es Calderón, los demás tanto Gasol, como Navarro o el mismo Felipe Reyes se resisten a dejar al mejor equipo español de baloncesto de todos los tiempos.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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