Uno de los deportes urbanos que más nos permiten disfrutar de la ciudad, ahora que llega la primavera, es el baloncesto callejero o Strettball .

El Street Basket ha servido la cantera para muchos jugadores de la NBA, algunos de ellos de los más conocidos, que se han curtido en las canchas al aire libre. Por eso, su práctica, es mucho más que una tradición.

Esta modalidad de basket urbano, además de ser histórica, te ofrece la opción que tal vez estabas buscando si te apetece practicar ejercicio, pero no quieres someterte a rutinas y tablas, sino que te gusta más la competición y el juego en equipo, mientras disfrutas del buen tiempo que ya está aquí. Seguiremos sugiriendo muchas otras formas de deporte urbano.

Las normas del baloncesto callejero

Aunque puede llevarse a cabo a modo de pachangas entre amigos, el Streetball ha llegado a organizarse y existen competiciones y programas, similares a liguillas. Por lo tanto, ha llegado a desarrollar su normativa oficial. Comparte algunas de sus normas con el baloncesto que vemos en la tele, ya sea el europeo como el norteamericano. Por ejemplo, los equipos alternarán canasta en cada tiempo del partido. De todas las normas que se suelen aplicar en el baloncesto callejero, no se puede extraer un reglamento fijo, pues estas variarán dependiendo del lugar y de la modalidad que quieran practicar en cada momento los jugadores.

Pero no es exactamente el mismo deporte, ya que se practica de una manera menos esctricta y formal. No suele haber árbitros, así que son los propios jugadores quienes señalan las faltas que han recibido. Pero, a diferencia de en la competición de alto nivel, si alguien se queja de una falta tras marcar un tanto, perderá esos puntos. De esta forma, se trata de fomentar un juego más rápido con menos interrupciones. Además, fomenta más los cara a cara entre el atacante y el defensor. En lugar de tener una duración concreta, el juego termina cuando se alcanza determinada puntuación.

Permite a los jugadores hacer mayor alarde de sus habilidades. Su filosofía es la integración, por lo que permite a cualquiera participar, esté o no federado. Para participar en un partido, solo hay que acercarse a la cancha cuando se está organizando y esperar a ser elegido entre los jugadores de un equipo. A veces se utiliza solo una mitad de la cancha y los equipos están integrados por menos de cinco jugadores.

Las canchas en las que se cultiva este deporte suelen encontrarse en parques y plazas. Los jugadores se reúnen allí para compartir, no solo este deporte, sino otras manifestaciones de la cultura urbana, como el grafitti y el hip hop. Los jóvenes se mantienen ocupados en actividades constructivas y saludables. Algunas veces puede haber hasta un maestro de ceremonias que va narrando el partido para los asistentes mediante un megáfono.

Por qué te interesa jugar al baloncesto

Como decíamos, es posible que te estés planteando buscar un deporte para practicar en tus ratos libres. El baloncesto puede ser muy recomendable, ya que no es difícil encontrar pistas en las que jugar en casi cualquier parte de las ciudades. Al ser mucho más pequeñas que los campos de fútbol y al practicarse por equipos mayores que los de tenis, dan mayor cabida a interesados, así que para los ayuntamientos siempre es interesante instalar canastas.

En términos de ponernos en forma, el baloncesto es uno de los deportes más completos que se pueden encontrar. Los músculos de todo el cuerpo se ejercitan con la práctica del basket, donde son frecuentes los saltos y las carreras a altísimas velocidades. De esa forma, las piernas están trabajando constantemente.

Pero la mitad superior del cuerpo también se ejercita, pues el tiro se realiza con los brazos y los abdominales y músculos de la espalda lo apoyan. La defensa también nos obliga a un movimiento de brazos constante. Estemos en la posición en la que estemos, el estatismo es casi imposible, no solo por la naturaleza del deporte en sí, sino también por sus reglas que penalizan permanecer en un área más de unos segundos. Mantener una postura adecuada influye sobremanera en un buen juego, tanto en ataque como en defensa, por lo que hasta la columna vertebral puede verse beneficiada.

Por otra parte, al tratase de un deporte de equipo donde el compañerismo es fundamental, su práctica puede servirnos para conocer gente de manera muy cercana, creando amistades eternas. Aunque no es fácil convertirse en un gran baloncestista, sí podemos animarnos a participar en partidos sencillos desde el principio, aunque todavía no hayamos desarrollado grandes habilidades, pues no resulta arduo moverse como apoyo. En seguida se va perfeccionando la técnica, especialmente con dedicación.