Nostálgicos. Richard Scott, pequeño, pero matón. Por Roberto González Rico.

Nostálgicos. Richard Scott, pequeño, pero matón. Por Roberto González Rico.

@bertorrico Hoy en nuestra sección de nostálgicos recuperamos la figura de uno de los precursores del pívot bajito, demostrando que la falta de

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Hoy en nuestra sección de nostálgicos recuperamos la figura de uno de los precursores del pívot bajito, demostrando que la falta de cms al poste bajo se podía compensar con agresividad, carácter y unos buenos fundamentos técnicos.

Hablamos de Richard Scott, un jugador que llegó de puntillas a nuestra liga, pero que poco se convirtió en todo un fijo, disputando un total de 12 temporadas en nuestro país, en un total de 8 equipos, hasta que a finales de la temporada 2006-07 en las filas del Manresa y con 36 años decidía poner punto y final a su trayectoria deportiva profesional.

Scott nacido en Little Rock,  Arkansas, el 12 de julio de 1971, se formó en la universidad de Kansas, donde jugaría 4 temporadas, siendo drafteado en 5ª ronda con el nº 68 por los Oklahoma City.

En la temporada 199o-91 fueron finalistas de la NCAA, perdiendo la final ante la todopoderosa Duke comandada por Grant Hill, partido en el que aportó 14 tantos.

Su primera temporada en Kansas se cerró con algo más de 6 puntos y de 2 rebotes, cifras que mejoraron ostensiblemente al año siguiente ( 10.1 puntos y 4.7 rebotes), casi el doble, números que casi calcó su tercera temporada ( 10.6 puntos y 5.3 rebotes), siendo una pieza importante para que su equipo volviera a repetir Final Four.

Esa misma temporada disputaría la universiada con la selección americana, disputada en Buffalo, logrando la medalla de oro.

Su última temporada como universitario, ya como capitán, promedió 13.7 puntos y 5.7 rebotes.

Si poder hacerse un sitio en la NBA, decidió dar  el salto al viejo continente, concretamente a Valencia, para enrolarse en el Ferrys Lliria en la liga EBA, donde tuvo un gran impacto, firmando 28 tantos por encuentro, llamando la atención del Caja San Fernando, incorporándose la siguiente temporada, siendo una pieza importante para lograr el ascenso a la ACB.

“Lo traje tras verlo en Primera B, en principio para el filial. Necesitábamos un jugador muy intenso y que pudiera formar una buena pareja con un interior más alto. Fue un fichaje barato que a la postre dio bastante resultado”, rememora José Alberto Pesquera (hace 20 años director deportivo cajista) sobre un jugador que aprovechó a la perfección la grave lesión de Marvin Alexander para ganarse la confianza de Petrovic y quedarse en el primer equipo. Los 20 puntos anotados y los 8 rebotes capturados como temporero el día de su debut dejaron claro desde el primer día su capacidad bajo los aros… midiendo 1.98.

“Estábamos  entrenando una tarde, sin la presencia de Marvin Alexander porque se había roto el tendón de aquiles, y vimos aparecer por una parte del pabellón a una persona totalmente de blanco con una gorra al que apenas se le veía la cara y con unos andares que parecía sufrir una cojera. Nos lo presentaron, era Richard Scott. Nos dijo Petrovic  que estaría unos partidos de prueba. Su respuesta fue tal que con su juego formó un tridente espectacular de americanos con Michael  Anderson y Warren  Kidd. Ahí empezó  su carrera en La Liga ACB”, rememora Raúl Pérez.

Marvin Alexander

Se trataba sin duda de un jugador 4*4, un jugador de esos que hacía casi todo bien ( le faltaba tiro, de hecho si hubiese mejorado ese aspecto algún día lo hubiésemos visto jugar en un grande), muy intenso, y con una gran movilidad, se movía muy bien por la zona, sabía muy bien el oficio, de hecho el boxeo que practicó de joven le ayudó y mucho a saber pelear, de forma noble y a moverse por la zona como pez en el agua.

Era de los que lo daba todo en la pista, no se dejaba ni una gota de sudor dentro, con lo que pronto conquisto a la parroquia sevillana.

Richard  Scott era durísimo físicamente. Nos ayudó muchísimo en el juego interior debido a que leía perfectamente las distintas opciones que se daban en la pintura. No era un jugador egoísta. Era participativo, el complemento ideal para el juego de Warren Kidd“.

Además de recordar un duelo ante Arlauckas en los playoff del año del subcampeonato (saldado favorablemente para Scott), su capacidad para remontar la línea de fondo y hundirla a una mano, y sus dotes humorísticos imitando a Chiquito de la Calzada, Raúl Pérez echa la vista atrás para rememorar un sucedido durante un duelo ante el CAI Zaragoza en tierras mañas. “Fran Murcia se disponía a tirar el segundo tiro libre y para coger el rebote estamos Richard (Scott), Bannister y yo. Durante el primer tiro libre se estuvieron diciendo de todo. Cuando Fran tiró el segundo y el balón iba por el aire se miraron los dos y ahí empezó todo: Richard lo cogió con su brazo derecho por el cuello y lo bajo hacia el suelo. Fran (Murcia) intentaba que lo soltara, pero sin éxito.

Poco a poco iban llegando más jugadores para intentar separarlos. Pudieron estar así tres minutos.  Sabía que Richard  tenía  fuerza y ahí me di cuenta hasta donde era capaz de llegar”, comenta al respecto sobre un incidente en el que participaba otro interior de los 90 (Bannister), también conocido por su fortaleza física”

Y así logró hacerse un sitio en el equipo, ya en su segundo partido contra la Penya dejó bien claro del jugador ante el que estábamos, firmando 35 puntos y 9 rebotes, para acabar la temporada con unos guarismos de 21 puntos y 6 rebotes.

Sin duda que  tuvo un papel de gran importancia para lograr en subcampeonato de la ACB, tras caer ante el FC Barcelona.

La temporada siguiente la jugaría en Granada, donde volvió a brillar, calcando casi los números de Sevilla ( 21 puntos y 8 rebotes), Scott había subido su cotización gracias a su buen trabajo y comenzó a recibir bastantes ofertas, decidiendo la temporada siguiente aceptar el dinero turco, de la mano del Turk Telekom.

Allí jugaría una temporada, con unos números muy similares a los de su etapa ACB (18.8 puntos y 6.9 rebotes) hasta que aceptó volver a Sevilla (a la tercera fue la vencida) para enrolarse en el mega proyecto del club, quien había fichado a Imbroda para rememorar tiempos anteriores.

Formaría un trío de lujo, junto a Michael Anderson y Chuck Kornegay, haciendo con este último un dúo temible en la zona.

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El equipo sin duda alguna ese año hará su mejor , siendo finalista tanto de la copa como de la Liga, donde cedería ante un intratable FC Barcelona, firmando una media de 17 puntos y de 6 rebotes, vamos más o menos en la línea de todos estos últimos años.

La siguiente temporada se iría a los 14 puntos y 7 rebotes, manteniendo el tipo como casi siempre, para finalizar su última campaña con los sevillanos, la 2001-2002, con unos registros aún mejores, al menos en anotación, 19 puntos, manteniendo los 7 rebotes de la temporada 2000-01, vamos  todo un ejemplo de regularidad personificada.

Será su última temporada en Sevilla, entendiendo que se ha cumplido un ciclo, decidiendo  volver a Granada, a pesar de contar con interesantes ofertas de otros equipos de la ACB y de otros equipos de la liga italiana y griega, pero donde prevalecerá su interés en permanecer en Andalucía y por los excelentes recuerdos que guarda de su etapa anterior en este equipo.

Otra vez vuelve a calcar sus registros, (19 puntos y 6 rebotes), cumpliendo con las expectativas una vez más, ello implicará que el Fuenlabrada piense en él dentro de la construcción que está llevando a cabo para afrontar con garantías tanto la Liga ACB como la recién creada Copa ULEB.

Su primera temporada registra otra vez 19 puntos y 6 rebotes, la segunda se va a los 18 puntos y 7 rebotes, como podéis ver, pasaban los años pero su rendimiento seguía intacto, convirtiéndose sin lugar a dudas en uno de los mejores americanos de la liga, en cuanto a rendimiento y profesionalidad.

Y así finalmente le llegará su última oportunidad en la ACB, que también supondrán sus dos últimas temporadas en en la máxima división, de la mano del Bilbao basket, donde volvería a demostrar su regularidad y fiabilidad, firmando 18 puntos y 6 rebotes el primer año y 13 puntos y 4 rebotes el segundo, año éste donde se le vio un pequeño bajón, y es que la edad pasa para todos.

Fueron en total 10 temporadas en ACB, 350 partidos, 17.7 puntos y 6.1 rebotes, pasando sin lugar a dudas a formar parte de la historia de nuestra máxima competición, formando también parte del club histórico de los jugadores que anotaron más de 6000 puntos, además de ser el líder en canastas de dos convertidas las temporadas 2001-02 y 2002-03.

Lástima de no haber tenido un mejor % en tiros libres, pues hubiera mejorado y mucho sus registros, pero como dijimos más arriba, su tiro fue uno de sus principales lunares en su carrera, de hecho en su etapa universitaria promedió poco más de un 45%.

Su última campaña en activo la desarrolla en Manresa, quien lo incorpora a su plantilla para convertirlo en uno de sus baluartes para asaltar el ascenso a la ACB, cosa que conseguirían, gracias en buena parte al trabajo y la experiencia aportada por Scott, quien formaría dupla con John Asselin.

En Manresa coincidiría con un joven Sergio Llull, quien comenzaba a escribir su historia dentro del deporte de la canasta.

Y así acaba la historia deportiva-profesional  de este pequeño(para su puesto) pero gran jugador, criado en una de las ciudades más peligrosas de EEUU, motivo por el cual aprendió boxeo, pues su padre deseaba que tanto él y como sus hermanos aprendieran a defenderse, lo cual sin duda incidió positivamente en su forma de jugar al baloncesto.

Podemos estar hablando de un precursor dentro de este deporte de los Haynes y cia, pívots bajitos pero que por agresividad, carácter y fortaleza han podido competir dentro de la zona con verdaderos gigantes, algunos de los cuales, 20 cms más altos.

Por otra parte y ya finalmente he estado intentado buscar alguna información sobre cómo es su vida en la actualidad, pero no he podido encontrar nada, y aquí se acaba este repaso a uno de los jugadores con más calidad que ha pasado por la ACB, todo un ejemplo de que  a base de trabajo, dedicación y constancia se pueden lograr grandes resultados.

La verdad es que me hubiera gustado haberlo visto jugar algún día en un grande, pues creo que lo merecía.

 

 

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