VACACIONES Por fin vacaciones, preparativos del viaje, elegir destino, cuadrar fechas, pensar qué vamos a visitar esa semana que estaremos fuera, so
VACACIONES
Por fin vacaciones, preparativos del viaje, elegir destino, cuadrar fechas, pensar qué vamos a visitar esa semana que estaremos fuera, sol, playa y sobre todo desconexión… Eso es lo importante, disfrutar, descansar y olvidarse del día a día del trabajo y de los problemas de la vida en general.
Toca hacer la maleta que mañana hay que salir temprano. Bañadores, toallas, ropa para salir algún día a cenar, chanclas, pantalones cortos, crema solar, camisetas, alguna sudadera por si acaso, bueno una chaqueta también, no vaya a ser que refresque, ropa interior, productos de aseo personal…. Creo que está todo…. No, no lo está, me faltan las zapas, malo será que no haya por donde salir a trotar un poco, así que por si las moscas yo las meto que seguro que un día puedo salir y por lo menos hago algo……
esa ruta es la que voy a seguir…¿te vienes?…
Y por fin llega el día, el coche hasta los topes, no cabe un alfiler, pero allí van mis zapas, y en mi cabeza la idea de hacer algo algún día si se puede… Llegamos al destino y lo primero es instalarse, que con el coche lleno de cosas ya nos ocupa buena parte del primer día, pero también nos da el día para ir a la playa a pegarnos un chapuzón que bien merecido lo tenemos, a partir de ese momento ya estamos pensando en la ruta del día siguiente, eso sí se puede, si no, no pasa nada que lo primero es lo primero, pero de camino a la playa ya atravieso un camino que bordea la playas, mi cabeza ya va echando sus cuentas ( si de una punta a otra hay unos 4 kms, con un par de vueltas hago unos 8 kms que ya no está mal). Terminamos el primer día molidos, entre el viaje, deshacer las maletas, bajar a la playa, cenar, dar un paseo por la noche para reconocer el sitio donde estamos… En fin, que cuando cierro los ojos no me acuerdo de los planes de mañana.
Pero llega la mañana siguiente y aquí duerme todo el mundo, todos menos yo, y mi cabeza ya no para… Me calzo las zapas y salgo un ratito, media hora, solo por ver si tengo por donde correr estos días ( solo si se puede claro, que lo primero es lo primero), y allá voy, a las 8:30 de la mañana el calor no es un problema, así que voy ligero pero expectante, salgo despacio, comprobando el terreno y pienso que dentro de lo malo, son caminos de tierra que por lo menos en algún momento me recordaran a mis montes tan queridos, por el camino apenas me cruzo un par de corredores, muchos caminantes y unos rayitos de sol que a esas horas de la mañana sientan de maravilla. El tiempo empieza a pasar y empiezo a sumar kms, ya llevo 3, así que por muy mal que se dé ya, con un par de vueltas ya haré algo decente para no perder mucha forma estas vacaciones y para bajar esos excesos típicos en estas fechas.
la calma más total…
De repente vislumbro un camino hacia arriba, metiéndose por los árboles y evidentemente ahí ya no lo pienso, me lanzo a por él, lo ataco, empiezo a subir, algún cruce que otro y algún camino poco transitable, pero nuestra alma montuna sale a relucir y empiezo a encontrar buenas sensaciones, y sobre todo empiezo a disfrutar de verdad, a respirar aire puro, a sufrir en las subidas, a disfrutar en las bajadas, casualidad o no, ya no miro los kms, ya no miro el reloj, ¿por qué? Porque por fin estoy disfrutando del entreno, del monte, de un lugar desconocido para mí, pero que ya me está enamorando.
De vuelta ya, ducha y a disfrutar del día, pero mi cabeza ya está pensando qué podré descubrir mañana cuando vuelva a calzarme las zapas (solo si se puedo claro, que lo primero es lo primero)…..
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
COMENTARIOS