El diván del deportista. Cuando no todo vale Por Manu Redonda. 11/10/2016 Uno de los momentos más críticos para un deportista durante una carrera
El diván del deportista.
Cuando no todo vale
Por Manu Redonda. 11/10/2016
Uno de los momentos más críticos para un deportista durante una carrera o un entrenamiento es lo que conocemos vulgarmente como “pájara“‘, aunque a mí personalmente me gusta más la expresión “el tío del mazo“. Algunos os preguntaréis en qué consiste y la respuesta puede ser tan sencilla como que se trata de la pérdida total de fuerzas tanto físicas como mentales, aunque si buscamos una respuesta más técnica podemos definirla como el agotamiento de las reservas de glucógeno, del hígado y los músculos.
En definitiva estamos hablando de que de repente y en la mayoría de los casos sin avisar, nos quedamos sin fuerzas, las piernas no van, la cabeza tampoco y en algunas ocasiones podemos llegar a extremos tremendamente peligrosos y si no que se lo digan al gran Giani Bugno, un auténtico fuera de serie, un ciclista con una clase monumental, al que en La Marmolada, un puerto duro como pocos, le vino el del mazo y a duras penas pudo terminar la etapa, recuerdo a Miguel Indurain y a Claudio Chiapucci pasar a Bugno como si fuera un ciclista amateur. Uno de los grandes problemas de la temida pájara, es que es muy difícil de predecir, podríamos asegurar que es imposible de prevenir, llega de repente, cuando menos lo pensamos y por eso resulta prácticamente imposible combatirla. Las causas son las que todos imaginamos, poca hidratación, mala alimentación y carreras o entrenos por encima de nuestras posibilidades.
No conozco a ningún atleta, que no haya tenido un mal día, a todos nos ha aparecido en algún momento ese mazo golpeándonos en la espalda y hemos tenido que incar la rodilla. Muchos se preguntan cómo evitarlo pero no hay ninguna fórmula mágica, aunque no debemos obviar algunas normas básicas del buen corredor. Lo primero una buena alimentación, es fundamental comer bien e hidratarse mucho, tanto antes, durante como después de hacer ejercicio. Tenemos que ser meticulosos con nuestros entremos y carreras y preparar nuestro cuerpo para el tipo de entreno que tengamos que hacer.
Por lógica no es lo mismo salir a hacer un entrenamiento de una hora o de 50 minutos, que hacer una tirada larga de dos o tres horas con un desnivel de 1000 metros. Cuando nos dispongamos a hacer un entrenamiento largo, tenemos que haber ingerido un buen desayuno, donde no falten los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, un ejemplo a modo orientativo podría ser un zumo de naranja, té verde con miel, dos tostadas de pan integral con aceite de oliva, dos puedas de fruta y frutos secos. Evidentemente debemos de tener en cuenta que este desayuno deberíamos tomarlo un par de horas antes de empezar el entrenamiento. Tampoco podemos pasar por alto llevar agua y algún aporte energético, como pueden ser geles de hidratación o alguna pieza de fruta para ingerir durante el entrenamiento.
Ademas de estos pequeños consejos que siempre vienen bien, lo principal para evitar pájaras y desfallecimientos es conocer nuestros limites y no pretender convertimos en héroes por un día y hacer locuras para las que no estamos preparados. Y por último, recordar algo tan importante como entrenar con regularidad, que no es otra cosa que el descanso, recuperar bien y descansar es fundamental para seguir creciendo y para seguir disfrutando del deporte.
Psicólogo Organizacional / Consultor Senior de RRHH especialista en Selección, Formación y Desarrollo de personal.
Inquieto, polivalente, curioso, me gusta aprender de todo y de tod@s, y con buena cara y una gran ilusión, actuando siempre desde la máxima responsabilidad y profesionalidad.
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